miércoles, 10 de diciembre de 2014

Bombeando zinc contra el Alzheimer

Estudian el rol del metal en la enfermedad


Investigadores del Instituto Weizmann revelan la existencia de un mecanismo celular
inusual que podría fallar en pacientes con el mal de Alzheimer.

¿Por qué una célula se tomaría el trabajo de destruir proteínas perfectas
y recientemente producidas? Una nueva investigación del Instituto Weizmann
realizada conjuntamente con centros de investigación en Alemania, que
fue recientemente publicada en Molecular Cell, sugiere que este inusual
mecanismo celular podría, entre otras cosas, fallar en pacientes con el mal de Alzheimer.
La Dra. Maya Schuldiner y el estudiante de investigación
Dr. Shai Fuchs del Departamento de Genética Molecular
del Instituto Weizmann, en colaboración con el Dr. Marius Lemberg y
el Dr. Donem Avci de la Universidad de Heidelberg, investigaron
la Presenilina, una proteína humana que se encuentra mutada en
una forma familiar de Alzheimer en edad temprana.
Para investigar el mecanismo de esta proteína, los científicos estudiaron
un ancestro de la Presenilina, una proteína de la levadura que identificaron
como Ypf1 (por sus siglas en inglés de “pliegue de la Presenilina de la levadura 1”),
que se ha conservado durante la evolución.
La remoción de la Ypf1 de las células
de levadura, resultó en un incremento
excesivo de una proteína
cuya función es bombear Zinc - un metal esencial -
hacia el interior de la célula.
Lo extraño es que a pesar de la existencia
de dos proteínas que bombean zinc hacia
 el interior de la célula, sólo una fue
afectada. La proteína incrementada
es una bomba “turbo” o de
alta afinidad, mientras que la
proteína no afectada es principalmente
una bomba de “uso diario”, de baja afinidad.
Al igual que la Presenilina, la Ypf1
es una proteasa - una proteína
que degrada otras proteínas. Por
lo tanto, los investigadores
concluyeron que su función
es eliminar de la célula las
bombas “turbo” transportadoras de zinc.
De hecho, ellos se percataron que
estaban estudiando un tipo de sistema a dos bombas, que fue descrito muchos años atrás por la
Prof. Naama Barkai del Instituto Weizmann.
Las bombas de nutrientes de baja afinidad
podrán no ser muy eficientes en el
transporte de nutrientes hacia la
célula, pero son muy sensibles a cambios
en los niveles de dichos nutrientes.
Cuando estos bajan, ellas
inician un protocolo de emergencia.
Los transportadores de alta afinidad pueden ser activados para crear reservas de nutrientes
ante una cercana época de “escasez”.
Sin embargo, estas bombas no pueden
activar el sistema de emergencia.
En este escenario, células saludables
deben trabajar la mayor parte del tiempo
sobre las bombas estándar (“de uso diario”),
permitiendo a las bombas “turbo” alcanzar
la superficie celular sólo en tiempos de necesidad.
Los investigadores se preguntaron
cómo un exceso de bombas “turbo”
en la superficie de la célula podría afectar
la habilidad de las células para prepararse
para tiempos de escasez. De hecho,
las células deficientes en Ypf1 tardaron mucho
en detectar la falta de nutrientes, por
lo que fueron muy ineficientes ante la falta zinc,
y les tomó más tiempo recuperase. No sólo
las bombas de zinc son afectadas.
Los investigadores mostraron que la
falta de Ypf1 causa un desbalance en
bombas de alta afinidad transportadoras de
muchos otros nutrientes.
“La producción continua de transportadores
de alta afinidad y su posterior degradación
es un tipo de mecanismo de doble
seguridad que las células desarrollaron para
garantizar la estabilidad de los niveles de
nutrientes vitales como el zinc dentro
de la célula”, dice Fuchs. “A pesar de que aún
no sabemos exactamente en seres
humanos cuál es la relación entre
este mecanismo y el Alzheimer,
existen evidencias interesantes de
que el transporte de zinc en particular,
así como el de los metales en general,
podría tener un papel clave en el comienzo
y progreso de la enfermedad.
Estamos emocionados
ya que esta nueva pista podría representar
un indicio de causas aún no entendidas
del mal de Alzheimer.



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