miércoles, 30 de noviembre de 2016

Colesterol, el arma secreta del cerebro para proteger la memoria

Resultado de imagen de colesterol

Científicos españoles demuestran en ratones que esta molécula podría evitar los síntomas de la demencia y el alzhéimer


Una de cada tres personas sufrirá demencia a lo largo de su vida. La pérdida progresiva de memoria es una de las consecuencias más frecuentes del envejecimiento y se debe a una larga lista de alteraciones en el encéfalo que se acumulan con el paso del tiempo. Entre ellas está la muerte de neuronas provocada por el alzhéimer, la variante de demencia más común, la más difícil de combatir, y una de las mayores amenazas que afronta nuestra civilización.
Un nuevo estudio de investigación básica acaba de descubrir otra posible causa de la pérdida de memoria y apunta a un aliado para poder recuperarla: el colesterol.
En la sangre, el exceso de colesterol malo(LDL) aumenta el riesgo de infartos y otras enfermedades cardiovasculares mortales. Pero el cerebro produce su propio colesterol y, dentro de este órgano, resulta esencial para mantener las neuronas vivas y sanas.
Cada vez que se forma un recuerdo, las neuronas encienden determinados genes para fijarlo. Para ello deben tener suficiente colesterol en la parte exterior de su membrana. Como si fuera el aceite que lubrica una maquina, el colesterol funciona como un transmisor de las señales externas necesarias para activar los genes. La presencia de esta molécula en el encéfalo tiende a perderse con la edad, y tanto personas mayores sanas como otras que sufren alzhéimer suelen presentar niveles de colesterol cerebral más bajos de lo normal.

En el nuevo estudio, publicado en Cell Reports, el equipo de Carlos Dotti, investigador del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, en Madrid, ha demostrado el papel fundamental de esta molécula para mantener la memoria en buen estado. Los ratones viejos tienen niveles de colesterol demasiado bajos en el hipocampo, un área del cerebro relacionada con la memoria. Los científicos han demostrado que, si les administran un fármaco que impide la pérdida de colesterol en el encéfalo, la memoria de los roedores ancianos mejora significativamente. Esto podría abrir una nueva vía para mejorar la memoria de personas mayores.
"Creemos que este descubrimiento puede tener una traslación a la clínica", explica Dotti a Materia. "Normalmente, serían necesarios muchos estudios" sobre el fármaco usado en el trabajo, pero en este caso "muchos de ellos ya están hechos, pues la droga en cuestión ya está aprobada, es el voriconazol". En la actualidad este medicamento con nombre comercial Vfend y fabricado por Pfizer se usa para combatir infecciones por hongos en personas con el sistema inmune muy debilitado, como las que acaban de recibir un trasplante o las que tienen sida.

Casualmente el equipo científico ha descubierto que el fármaco también inhibe una enzima responsable de eliminar el colesterol dentro del cerebro y cuya actividad se acelera con la edad. En los animales estudiados, el fármaco contrarresta ese efecto negativo de la edad y permite conservar todo el colesterol necesario y con él, la memoria. El siguiente paso, señala Dotti, "sería probar el medicamento en animales más parecidos a los humanos, perros o monos" y comprobar si también en ellos restablece la capacidad cognitiva, señala.

El riesgo de las estatinas

"Se trata de un estudio en ratones, y por ello hay que tomarlo con cautela, pero es una demostración de que el colesterol no es el enemigo público número uno", opina Félix Viñuela, coordinador del Grupo de Estudio de Neuropsicología de la Sociedad Española de Neurología. El investigador resalta el valor de estudios de ciencia básica con ratones como este. La inmensa mayoría acaba no siendo replicable en humanos, reconoce, pero alguno sí los es, como se ha demostrado recientementecon un anticuerpo que podría combatir el alzhéimer en pacientes y que comenzó a probarse en ratones hace años.
Hay otra derivada importante del estudio relacionada con un tipo de fármacos que consumen diariamente millones de personas en España. En la actualidad, los medicamentos más usados para reducir el llamado colesterol malo son las estatinas. Estos compuestos son efectivos, pero también podrían estar teniendo un efecto secundario no previsto. Recientemente la agencia del medicamento de EE UU ha alertado de que algunos pacientes que toman estatinas pueden sufrir pérdida de memoria y deterioro cognitivo por razones desconocidas.
"Hay estatinas que son capaces de pasar del torrente sanguíneo al cerebro", explica Dotti, y señala que es posible que estas drogas estén disminuyendo los niveles de colesterol normales en el encéfalo y sean las que dañan la memoria de los pacientes.
Viñuelas, que no ha participado directamente en el estudio pero va a coordinar un ensayo clínico con el anticuerpo experimental contra el alzhéimer en el Hospital Universitario Virgen de Macarena (Sevilla), coincide: "las estatinas han salvado vidas controlando el colesterol patológico, pero puede que también tengan una cara mala". "Tal vez deberíamos plantearnos el uso de estatinas que no sean capaces de cruzar la barrera hematoencefálica que lo protege", opina.

Fuente: elpais.com


lunes, 28 de noviembre de 2016

El tratamiento con una única proteína protege de la pérdida de la memoria en el alzhéimer

El aumento de la actividad de la cinasa  ayudó a evitar la pérdida de memoria en un modelo animal de enfermedad de Alzheimer



El alzhéimer es una enfermedad neurodegenerativa, es decir, ocasionada por la destrucción progresiva de las neuronas cerebrales. Y esta destrucción, según han sugerido numerosas investigaciones, se produce básicamente por la acumulación en el cerebro de ovillos neurofibrilares de proteína tau y de placas de beta-amiloide y, altamente tóxicos para las neuronas. Sin embargo, aún se desconoce por qué y cómo se desarrollan estos ovillos y placas, lo que ha imposibilitado que contemos con tratamientos eficaces frente a la enfermedad. De ahí la importancia de un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Nueva Gales del Sur en Sídney (Australia), en el que se describe la relación de las placas y ovillos y su función, así como que la corrección del déficit de una única proteína que se pierde durante el desarrollo del alzhéimer basta para proteger de la pérdida de la memoria típica de la enfermedad.

Como explica Lars Ittner, director de esta investigación publicada en la revista «Science», «nuestro trabajo ha cambiado completamente nuestra comprensión sobre lo que ocurre en el cerebro durante el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer».

No es como se creía

La proteína beta-amiloide cumple numerosas funciones básicas en el organismo. El problema es que cuando adquieren una estructura errónea, estas proteínas se adhieren entre 

sí formando fibras que, a su vez, se agregarán en oligómeros y placas de beta-amiloide, que junto a los ovillos neurofibrilares de proteína tau provocan la muerte de las neuronas, atrofia cerebral y pérdida de la memoria.

Pero, ¿de dónde surgen estos ovillos neurofibrilares? Pues son agregados que se forman por la hiperfosforilación de la proteína tau que tiene lugar durante la formación de las placas de beta-amiloide. Pero como muestra el nuevo estudio, llevado a cabo tanto con modelos animales –ratones– como con muestras cerebrales de pacientes humanos con alzhéimer, estos ovillos no tienen un efecto neurodegenerativo, sino que se forman para proteger a las neuronas de la toxicidad de las placas.

Como refiere el Lars Ittner, «las placas de beta-amiloide inducen toxicidad en las neuronas

pero el primer objetivo de la fosforilación de la proteína tau es, en realidad, disminuir esta toxicidad. Se trata de una visión totalmente novedosa: la razón por la que la proteína tau se ve modificada es para proteger a las neuronas del daño».

Entonces, ¿por qué se produce el deterioro cognitivo? Pues porque las placas acaban superando la protección de los ovillos, que finalmente se acaba perdiendo. Y a partir de aquí, los niveles de toxicidad, dado que no son contrarrestados, son tan elevados que las neuronas acaban muriendo.

Con una única proteína

Es más; el estudio también ha permitido identificar una proteína, la 'cinasa p38γ', que participa en la fosforilación de la proteína tau e interfiere con la toxicidad generada por las placas de beta-amiloide.
Como indica el director de la investigación, «nuestros resultados muestran que la cinasa p38γ, que en un principio tiene una función protectora, se desvanece en las primeras fases de la enfermedad de los cerebros de los pacientes con alzhéimer, lo que sugiere una pérdida de protección».
Entonces, ¿qué pasaría si se lograra corregir esta 'desaparición' de la cinasa p38γ? Pues para hallarlo, los autores llevaron a cabo un experimento con un modelo animal –ratones– al que administraron la proteína. Y los resultados fueron mucho, pero que mucho mejores de lo esperado.
Como concluye Lars Ittner, «en nuestro trabajo reintroducimos la cinasa p38γ y aumentamos su actividad. Y lo que vimos es que podría prevenir la pérdida de memoria, por lo que tiene un potencial terapéutico muy real. Si podemos de estimular la actividad de esta proteína, entonces podríamos ser capaces de ralentizar e, incluso, de detener la progresión de la enfermedad de Alzheimer».

Fuente: abc.es





viernes, 25 de noviembre de 2016

Alucinaciones y delirios en las personas con demencia. Causa, manifestaciones y tratamiento.


Las personas con demencia a veces creen ver o escuchar cosas que realmente no existen. Aunque las alucinaciones y delirios son imaginarios, para la persona que los padece son muy reales y puede causar extrema ansiedad e incluso pánico. Para el cuidador esta puede ser una situación especialmente difícil fuente de gran estrés.


¿Qué son?

Alucinaciones: consisten en sentir cosas estando despierto que parecen reales, pero que en cambio han sido creadas por la mente. Tales experiencias pueden incluir cualquiera de los sentidos, pero los más común son las alucinaciones visuales y auditivas, es decir, la persona ve o escucha algo que no existe. Por ejemplo, su familiar puede escuchar que lo llaman o ver a su lado a personas que en realidad no están.

Delirios

Los delirios son ideas que no están basadas en la realidad, pero la persona con demencia cree que es verdad. Su contenido puede a menudo estar centrado en que la gente está robando su dinero u otros bienes, o puede haber ideas fijas sobre que otras personas intentan dañarle.

¿Qué causa las alucinaciones y delirios?

Hay factores no modificables que están de base en las alucinaciones y delirios de una persona con demencia. La demencia hace que el enfermo pierda la capacidad de reconocer las cosas porque el cerebro no interpreta con precisión la información que recibe fruto del propio deterioro cerebral.
Los problemas con la memoria pueden dar lugar a suspicacia, paranoia e ideas falsas. Tenga en cuenta que su familiar está intentando dar sentido a lo que le rodea con unas capacidades intelectuales cada vez más disminuidas. Es comprensible que al perder la memoria de hechos recientes, la persona crea que sus objetos han sido robados porque simplemente no recuerda donde los puso 5 minutos antes. También la incorrecta percepción temporal puede hacer que crea que vivió recientemente un evento que pasó hace ya muchos años.

Factores modificables

También existen factores modificables que pueden estar provocando estos síntomas en su familiar, por ejemplo:
• Defectos sensoriales como problemas de visión o mala audición
• Efectos secundarios de algunos medicamentos
• Enfermedad psiquiátrica
• Entornos desconocidos
• Enfermedades físicas como infecciones, fiebre, dolor, estreñimiento, anemia, enfermedades respiratorias, desnutrición, deshidratación
• Presencia de cuidadores que no le sean conocidos.
• Interrupción de las rutinas familiares
• Sobrecarga sensorial debido a que demasiadas cosas están sucediendo a la vez

¿Qué hacer cuando un familiar está teniendo alucinaciones y delirios?

Como siempre decimos en estos temas, la primera opción siempre es realizar una visita al médico para descartar la presencia de otros problemas físicos o psiquiátricos y para comprobar los efectos de la medicación. El especialista puede prescribir fármacos  que ayuden a controlar los delirios o alucinaciones en personas con demencia Sin embargo, muchos de los medicamentos antipsicóticos utilizados para tratar estos síntomas tienen efectos secundarios tales como rigidez, temblores o somnolencia. Los antipsicóticos más nuevos tienen menos efectos secundarios, pero todavía pueden causar somnolencia.
Es importante evaluar si los delirios y alucinaciones tienen un impacto verdaderamente negativo en la vida de la persona y en sus familiares. Un psiquiatra una vez nos contó durante una sesión de entrenamiento que no recetaba medicamentos antipsicóticos a una persona con alzhéimer que creía ser el jefe de la residencia, con llamarle jefe le hacía la persona más feliz de la institución. También vemos el caso contrario, personas con alucinaciones realmente terroríficas que no reciben un tratamiento farmacológico porque supuestamente "no se puede hacer nada, eso es la demencia". Valorar ganancias y riesgos es muy importante en este tipo de situación.
Más allá del tratamiento farmacológico, hay otras cosas que también puede intentar, por ejemplo:
• No discuta. Es mejor reconocer que la persona puede estar muy asustada por los delirios y alucinaciones. 
• No regañe a la persona por la pérdida de objetos o por esconder cosas.
• Investigue si hay algún factor ambiental que puede estar provocando las alucinaciones y delirios.
• Intente responder a los sentimientos subyacentes que puedan estar en el fondo de los síntomas de la persona. Si se siente perseguida, con miedo, hacerla sentir protegida puede ser una buena opción. Un abrazo a tiempo es la mejor es una excelente terapia. 
• En lugar de discutir intente distraer a la persona con música, ejercicio, actividades, conversaciones con amigos y mirando viejas fotos. Algunas veces un simple cambio de conversación puede ayudar. 
• El contacto físico puede ser tranquilizador, pero asegúrese de que la persona está dispuesta a aceptar esta interacción cercana.
• Trate de mantener un ambiente familiar. Si la persona ha de moverse que lleve consigo algunas cosas familiares de la residencia anterior.
• Intente mantener cuidados y rutinas constantes
• Llevar un diario puede ayudar a determinar si estos comportamientos se producen en momentos específicos del día o con personas particulares. La identificación de las causas puede ayudarle a realizar cambios para superar las dificultades.
• Por último, tal vez lo más importante; no tome las acusaciones personalmente y sea consciente de que la persona no es capaz de controlar este comportamiento. 






miércoles, 23 de noviembre de 2016

El Alzheimer no es parte normal del envejecimiento


El Alzheimer es una enfermedad cerebral neurodegenarativa, progresiva, que ocasiona problemas relacionados con la memoria, el pensamiento y el comportamiento. No puede considerarse como parte normal del envejecimiento, ya que debe recibir tratamiento y seguimiento por parte de un neurólogo. Conoce al detalle sobre esta enfermedad con la neuróloga Cheryl Jiménez.
El principal factor que desencadena el Alzheimer es la edad, ya que después de los 65 años se aumenta la susceptibilidad de las neuronas para presentar acúmulos anormales de las proteínas que intervienen en la enfermedad. Una de cada nueve personas de este grupo de edad tiene la enfermedad de Alzheimer, y casi un tercio de las personas de 85 años o más tiene la enfermedad de Alzheimer. Otro factor de riesgo son los antecedentes familiares. Las investigaciones han demostrado que las personas cuyos padres o hermanos padecen del Alzheimer son más propensas a desarrollar la enfermedad que aquellas sin un familiar cercano con la enfermedad. El riesgo aumenta por muchas afecciones que dañan el corazón y los vasos sanguíneos como enfermedades del corazón, diabetes, derrame cerebral, presión arterial alta y colesterol alto.
Los síntomas del Alzheimer son los siguientes: olvidar nombres, citas, las acciones que realizaron en el día, entre otros, que afectan la capacidad de cumplir las tareas en el hogar y en el trabajo; se presentan cambios en el estado de ánimo: apatía e irritabilidad y, en una fase más avanzada, se presenta desorientación en el tiempo o en el lugar, y problemas con el lenguaje.
No existe una manera 100% efectiva para evitar la enfermedad. Se puede prevenir su aparición o incluso retrasar su inicio con una adecuada reserva cognitiva. Es decir: el estudio, los pasatiempos sanos como las sopas de letras, el sudoku; mantener un estilo de vida saludable, previniendo los factores de riesgo vascular, no consumir tabaco o alcohol y practicar ejercicio físico regular.

Fuente:.unisabana.edu.co/




lunes, 21 de noviembre de 2016

La amiloide será al alzhéimer lo que el colesterol a las cardiopatías



Controlar la presencia de la proteína equivaldrá a prevenir la enfermedad



La comunidad científica busca con ahínco la manera de identificar a potenciales enfermos de alzhéimer tratables con bloqueantes de la proteína amiloide, que se deposita en el cerebro afectado por la enfermedad pero también en ancianos de forma asintomática y no necesariamente patológica.

Según ha dado a conocer el neurólogo Rafael Blesa durante la 68º Reunión Anual de la Sociedad Española de Neurología (SEN), dos líneas de investigación dirigen su foco a ese propósito en este momento.

La primera de ellas consiste en un sondeo a más de 100.000 personas de las que se ha escogido a 3.000 con un promedio de edad superior a los 70 años y con claros fallos de memoria como síntoma observable.

"A pesar de ser pacientes asintomáticos, se ha visto que 1.000 de ellos manifiestan depósitos de amiloide en su cerebro", ha precisado Blesa. Conforme a las últimas revisiones clasificatorias, reúnen entonces la condición para diagnosticarles lo que antes se llamaba deterioro cognitivo leve y ahora adquiere nueva nomenclatura: alzhéimer prodrómico (según Dubois en 2004) o bien deterioro cognitivo leve debido a enfermedad de Alzheimer (según la última revisión americana de los criterios de Petersen). 

A partir de esas 1.000 personas delimitadas en el estudio, se han hecho dos grupos de 500: uno de control o placebo, y otro al que se la administran fármacos que eliminan los depósitos de amiloide o impiden su formación.

Ahora resta saber qué sucede con estos últimos de aquí a unos cinco años, si desarrollan o no la enfermedad. Si  no lo hicieran, se habría dado con una población diana para tratar la enfermedad antes de que aparezca.

La mutación genética localizada en Colombia

La segunda estrategia internacional difundida en el foro por Blesa se refiere a un ensayo en Antioquia (Colombia), donde se conoce, desde hace al menos 50 años, que un grupo importante de personas portadoras de un gen, la presenilina-1, desarrollan la enfermedad a edades muy tempranas (manifiestan los primeros síntomas a los 18-20 años y expresan la patología y mueren a los 45-50, ha precisado el especialista).

En este contexto, se ha escogido a portadores de la mutación para hacer, igualmente, un ensayo doble ciego con fármacos bloqueantes del amiloide para conocer si, al cabo de cinco años, manifiestan o no la enfermedad por medio de un seguimiento con tomografía de emisión de positrones (TEP).

Para Blesa, no resulta desacertado comparar el amiloide en Neurología con el colesterol en Cardiología, en el sentido de que, ahora, se dispone de un biomarcador en la fase preclínica del alzhéimer que, si se demuestra, serviría para llevar a cabo un tratamiento que retarde o aun impida el desarrollo de la patología. Es decir, tal vez se pueda eludir el alzhéimer con un control médico de la proteína amiloide presente en la materia nerviosa.

Las pruebas de imagen son el punto de inflexión

Si ha de fijarse un punto de inflexión en los criterios diagnósticos del alzhéimer, sin duda se trata de las pruebas de imagen con TEP; esta posibilidad de visualizar las placas de amiloide en el cerebro se ha perfeccionado hasta el punto de revelar, por ejemplo, la existencia de personas con esa proteína depositada en su sistema nervioso y carente por completo de síntomas de la enfermedad de Alzheimer durante largos periodos de tiempo de hasta 20 años.

"Además, se ha comprobado que, a partir de los 70 años, un 30 por ciento de la población tiene amiloide en su cerebro, y, a partir de los 85, hasta un 55 por ciento", puntualiza Blesa, lo que se interpreta como un signo fisiológico de envejecimiento que no tiene por qué considerarse patológico per se, pero que da pistas sobre el futuro desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.



viernes, 18 de noviembre de 2016

Terapias no farmacológicas en el alzhéimer

Las terapias no farmacológicas­ contribuyen a retrasar el deterioro psicológico y conductual propio de esta demencia.


En síntesis

Las terapias no farmacológicas constituyen el primer nivel de actuación para el manejo de los síntomas psicológicos y conductuales de la enfermedad de Alzheimer. Sitúan el principal interés en la comprensión de las características individuales de los pacientes.
Entre este tipo de tratamientos encontramos la musicoterapia, la aromaterapia, la estimulación multisensorial y el tacto terapéutico, entre otros.
Estas terapias comparten una serie de objetivos en la demencia: el mantenimiento de la activación conductual de la persona afectada, el aumento de las relaciones interpersonales y un incremento de la calidad de vida de los enfermos y de sus cuidadores.

Tradicionalmente, el tratamiento de las manifestaciones conductuales del alzhéimer se ha llevado a cabo con medidas farmacológicas. Sin embargo, aunque han avanzado en los últimos años, su eficacia es limitada y, además, corren el riesgo de provocar efectos adversos en el paciente (sedación, pérdida de equilibrio, riesgo de caídas, náuseas, vómitos, cefaleas, alteraciones del sueño y del apetito, problemas cardíacos y circulatorios, entre otros), según señalan algunos estudios. Por ello, en la actualidad existe consenso en las guías internacionales de práctica clínica, entre ellas la de la Federación Europea de Sociedades Neurológicas, al recomendar el empleo de estrategias terapéuticas no farmacológicas como primera línea de intervención en los síntomas psicológicos y conductuales de la demencia cuando estos no son muy graves, mientras que los fármacos solo se emplean cuando dichas terapias han fracasado o resultan insuficientes.
Las terapias no farmacológicas se definen como cualquier intervención no química, teóricamente sustentada, focalizada y replicable, realizada sobre el paciente o el cuidador y potencialmente capaz de obtener un beneficio relevante. Abarcan un amplio rango de estrategias de intervención psicosocial que pretenden mejorar la calidad de vida del paciente, retrasar la necesidad de su institucionalización y reducir la carga del cuidador. Pueden dividirse en distintas categorías en función de diferentes criterios: el tipo de manifestación conductual que aborden, el modelo psicosocial explicativo de la génesis de los síntomas psicológicos y conductuales o el foco de interés del tratamiento propuesto. En todos los casos, las diferentes intervenciones reúnen los criterios establecidos por las guías de manejo clínico, como la del Centro Oxford para la Medicina Basada en la Evidencia.
Aunque las terapias no farmacológicas difieren en su filosofía, objeto de interés y metodología, todas ellas se basan en un tratamiento centrado en la persona y sitúan el principal interés en la comprensión de las características individuales de los pacientes. Asimismo, comparten una serie de objetivos: el mantenimiento de la activación conductual de la persona afectada, la introducción de modificaciones ambientales y el entrenamiento de los cuidadores para prevenir o manejar de manera eficaz las diversas manifestaciones. Veamos, a continuación, algunas de estas terapias.



miércoles, 16 de noviembre de 2016

El café y sus beneficios en el organismo



Los beneficios de consumir la bebida más popular del mundo van desde prevenir algunos tipos de cáncer hasta desacelerar el envejecimiento


El café ha sido una bebida erróneamente asociada a muchos males. Contrario a esto, diversos estudios alrededor del mundo han desmentido estas teorías y resaltan los efectos beneficiosos que puede generar en el organismo el consumir unas cuantas tazas de café al día.

-Previene el Alzhéimer
Está comprobado que el café ayuda a prevenir algunas enfermedades neurodegenerativas gracias a su gran aporte de antioxidantes. Según un estudio científico beber de tres a cinco tazas de café al día reduce hasta en un 20 por ciento el riesgo de padecer Alzhéimer.
-Evita el riesgo de padecer diabetes tipo 2
Ayuda a prevenir la aparición de diabetes tipo 2, aún se desconoce el mecanismo por el cual el café disminuye el riesgo de padecer diabetes tipo 2, pero diferentes estudios han demostrado este beneficio del café entre un 25 y un 50 por ciento.
-Disminuye el peligro de padecer enfermedades cardiovasculares
Beber entre dos y cuatro tazas al día reduce también en un 20 por ciento el riesgo de padecer enfermedades del corazón.
-Ayuda a controlar el peso
Es un alimento que posee muy pocas calorías (prácticamente insignificantes) por lo que si se toma solo o con leche desnatada y poca azúcar, aporta sus diferentes nutrientes sin riesgo de aumentar el peso. Además, ayuda a acelerar el metabolismo y a quemar el exceso de grasa.

-Limpia las arterias
Un grupo de investigadores surcoreanos analizó a más de 25 mil personas y los resultados determinaron que aquellos que bebían cantidades moderadas de café tenían menos probabilidades de tener las arterias obstruidas.
-Frena el envejecimiento
Su gran contenido en antioxidantes ayuda a frenar el proceso de envejecimiento. El consumo del café permite eliminar del organismo los radicales libres, capaces de dañar las células y causar alteraciones en el cuerpo.
-Combate la depresión
Según un estudio de la universidad de Harvard, el riesgo de sufrir depresión disminuye cuando se aumenta el consumo de café, al menos en las mujeres. Según un estudio realizado a mujeres que padecían depresión, quienes consumieron cuatro o más tazas de café al día desarrollaron la depresión en un 20 por ciento menos.
-Es diurético
El café posee cierto efecto diurético que ayuda a evitar la retención de líquido, a eliminar toxinas y reducir las celulitis.



Fuente: telesurtv.net




lunes, 14 de noviembre de 2016

Genética de la enfermedad de Alzheimer: presente y futuro


Pérdida de conexiones neriviosas entre las células de los pacientes con Alzhéimer. Imagen: Instituto Nacional de Envejecimiento (NIA), EEUU.
La enfermedad de Alzheimer (EA) es la forma más común de demencia y de neurodegeneración, con casi 44 millones de afectados a nivel mundial (www.alzheimers.net), alrededor de 800.000 personas diagnosticadas en nuestro país, según datos del Ministerio de Sanidad de España. La EA es una enfermedad neurodegenerativa para la que todavía no se dispone de tratamiento curativo y donde sólo los tratamientos sintomáticos y paliativos ayudan a mantener la calidad de vida de los pacientes. Los pronósticos estiman que, con el aumento de la esperanza de vida, habrá 107 millones de afectados en el 2050, lo cual conllevará cargas económicas y emocionales para las familias, así como importantes cargas sociales para el mundo industrializado. Es por ello que todos los estudios enfocados al descubrimiento de sus causas y la comprensión de su patología son de elevada importancia, además de que pueden llevar a la identificación de nuevas dianas terapéuticas.

viernes, 11 de noviembre de 2016

La importancia de seguir las pistas que predicen el Alzheimer



Diferentes investigaciones han demostrado la efectividad de determinados biomarcadores –indicadores del organismo que están alterados cuando existe una patología– para diagnosticar la enfermedad de Alzheimer. Un estudio en el que participa la Universidad Complutense de Madrid (UCM) ha analizado cuáles de ellos son los más importantes a la hora de predecir esta dolencia neurodegenerativa.

"Algunos test neuropsicológicos, el volumen del hipocampo y la actividad magnética cerebral tienen una capacidad muy alta para predecir el desarrollo del alzhéimer en dos años, desde una fase de deterioro cognitivo leve, con un 100% de sensibilidad y un 94,7% de especificidad", afirma María Eugenia López, investigadora del Laboratorio de Neurociencia Computacional y Cognitiva de la UCM y autora principal del estudio.
Durante dos años, los científicos realizaron un seguimiento a 33 pacientes con deterioro cognitivo leve del Hospital Universitario San Carlos (Madrid). A todos ellos les sometieron a distintas pruebas y evaluaron su estado clínico cada seis meses. La edad oscilaba entre los 65 y 85 años.
Los participantes fueron divididos en dos grupos en función de su estado cognitivo: el estable, formado por 21 participantes que seguían con el diagnóstico de deterioro cognitivo leve tras dos años de seguimiento, y el progresivo, compuesto por 12 personas que reunieron los síntomas de una posible enfermedad de Alzheimer a lo largo del período de estudio.
Los biomarcadores que resultaron ser menos relevantes a la hora de predecir la enfermedad fueron las variables genéticas (el genotipo APOE4, relacionado con el riesgo de aparición de la dolencia) y la reserva cognitiva (medida según el nivel educativo y el tipo de actividad laboral del paciente).
El proceso de la enfermedad
"Es necesario tener marcadores lo más precisos posible porque van a proporcionar información esencial tanto en el diagnóstico como en la predicción de la enfermedad", afirma López.
El estudio, publicado en Journal of Alzheimer's Disease y en el que también ha participado la Universidad de las Islas Baleares, es uno de los pocos que incluye la magnetoencefalografía (MEG) como herramienta para obtener información precisa sobre la actividad cerebral.

"Es verdad que se necesitarían más estudios de progresión, pero somos uno de los pocos grupos en el mundo que estudiamos los patrones de actividad magnética cerebral en envejecimiento tanto sano como patológico", destaca la investigadora.
El equipo estudia el alzhéimer como un proceso, que parte del envejecimiento san, para pasar por las quejas subjetivas de memoria, el deterioro cognitivo leve y finalmente, la aparición de la enfermedad. "Tratamos de ver qué cambios se van sucediendo de una etapa a otra para poder hacer predicciones", mantiene López.
Fuente:  qmayor.com