viernes, 30 de diciembre de 2016

Anuncian avances en el tratamiento de síntomas del Alzheimer

Un grupo de investigadores han creado un nuevo tipo de fármaco capaz de mejorar los síntomas de la degeneración cerebral, como el deterioro cognitivo, sino que también pueden prolongar la vida útil de los pacientes con esta enfermedad. 
Un grupo internacional de científicos anunciaron un nuevo avance en la lucha contra el Alzheimer tras identificar un nuevo objetivo farmacológico no sólo para mejorar los síntomas de la degeneración cerebral, sino también para extender la vida útil de los ratones en fase terminal.
El estudio, que fue realizado hace cuatro años por un equipo del Consejo de Investigación Médica (MRC, por sus siglas en inglés), se detalla en el 'Journal of Clinical Investigation".

Resultados esperanzadores

La investigación fue dirigida por el profesor Andrew Tobin, de la Universidad de Leicester, junto con la compañía farmacéutica Eli Lilly and Company y el Instituto Monash para las Ciencias Farmacéuticas en Australia. 
"Hemos tratado a los ratones con un nuevo tipo de fármaco y hallamos que estos fármacos no sólo pueden mejorar los síntomas de la degeneración cerebral, como el deterioro cognitivo, sino que también pueden prolongar la vida útil de estos ratones enfermos terminales", explicó Tobin.
El estudio abre nuevas vías de investigación para crear tratamientos para síntomas del Alzheimer y ralentizar la progresión de la enfermedad.
Por otra parte, la doctora Sophie Bradley explicó que: "El documento describe moléculas similares a fármacos que pueden restaurar la pérdida de memoria y ralentizar la progresión de la enfermedad neurodegenerativa de priones de una manera que se relaciona con el potencial de estos fármacos en la enfermedad de Alzheimer humana".

Los científicos explican que los fármacos que activan este receptor de proteína en el cerebro han sido previamente probados en ensayos clínicos para la enfermedad de Alzheimer y mostraron resultados positivos con respecto a la mejora de la cognición, pero los pacientes experimentaron un gran número de efectos secundarios adversos.
La nueva clase de medicamentos es más selectiva y no tuvo ningún efecto secundario cuando se administró a ratones en el estudio, por lo que los autores creen que esto ofrece esperanza para el diseño de nuevos fármacos que mejoren la cognición y prolonguen la vida.



Fuente:  telesurtv.net


miércoles, 28 de diciembre de 2016

El test del reloj permite la detección del alzhéimer y el párkinson

Científicos estadounidenses han desarrollado una nueva prueba que permite diagnosticar deterioros neurológicos como el alzhéimer y el párkinson antes de que se manifiesten en la vida cotidiana.
Un equipo de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) ha renovado la famosa 'prueba del reloj' con un lápiz óptico que manda los dibujos de estos objetos cotidianos hechos por los pacientes a un nuevo 'software' que busca y analiza los errores presentes en la imagen, informa la página web oficial de la universidad.
La prueba permite diagnosticar deterioros neurológicos como el alzhéimer y el párkinson antes de manifestarse en la vida cotidiana.
El test tradicional, por su parte, se basaba solo en el tiempo que el paciente se demoraba en dibujar el reloj y su tamaño. De esta forma, un tiempo prolongado era indicativo de la posibilidad del desarrollo de una de estas enfermedades y un reloj de pequeño tamaño servía como evidencia del párkinson.
"Hemos podido extraer miles de rasgos del proceso de dibujo que dan pistas acerca del estado cognitivo de cada sujeto y nuestros algoritmos ayudan a determinar cuáles de ellos llevan a la predicción más fiable", explica uno de los líderes del equipo, William Souillard-Mandar.
De acuerdo con el científico, la nueva herramienta es capaz de descifrar las partes dudosas de los dibujos que quedaban invisibles en pruebas analógicas.
Los científicos, por su parte, afirman que actualmente están trabajando en la variante de la prueba más sencilla de utilizar y que en el futuro cercano podría ser aplicada en centros médicos de todo el mundo.


Fuente:  itg-salud.com


lunes, 26 de diciembre de 2016

El Alzheimer se puede detectar mejor a través del olfato

Científicos de la Perelman School of Medicine de la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos) han descubierto que las pruebas que miden el sentido del olfato pueden ayudar a diagnosticar de forma precoz la enfermedad de Alzheimer y el deterioro cognitivo leve.



Para alcanzar esta conclusión, publicada en el 'Journal of Alzheimer's Disease', los expertos, liderados por David R. Roalf, realizaron la prueba de identificación de olor de 'Sniffin Sticks', en la que los sujetos deben tratar de identificar 16 olores diferentes, y una prueba cognitiva estándar a 728 mayores.
   Anteriormente, los participantes habían sido sometidos a métodos neurológicos y catalogados en tres grupos: 'adultos mayores saludables', 'deterioro cognitivo leve' o 'demencia de Alzheimer'. De esta forma, los investigadores realizaron la prueba de olfato a cada grupo, comprobando que el diagnóstico de deterioro cognitivo era más preciso.
   Y es que, por ejemplo, cuando la prueba cognitiva por sí sola clasificó correctamente sólo el 75 por ciento de las personas con deterioro cognitivo leve, esa cifra se elevó a 87 por ciento cuando se añadieron los resultados de la prueba de olfato. Además, la combinación de las dos pruebas también permitió una identificación más precisa de los adultos mayores sanos y aquellos con demencia de Alzheimer.
   "Estos resultados sugieren que una simple prueba de identificación de olores puede ser una herramienta complementaria útil para clasificar clínicamente el deterioro cognitivo leve y el Alzheimer e, incluso, para identificar a las personas que están en mayor riesgo de empeoramiento", han aseverado los expertos.
   Ahora, los investigadores van a analizar si los marcadores proteicos del Alzheimer, que están presentes en la región olfativa del cerebro antes de que ocurra la demencia, pueden detectarse en el líquido nasal para proporcionar una advertencia aún más temprana del proceso de la enfermedad.
Fuente:   infosalus.com


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viernes, 23 de diciembre de 2016

Hallan síntomas de alzheimer en el líquido cefalorraquídeo antes de que aparezca

Un centro de investigación alemán ha descubierto que se pueden detectar síntomas de alzheimer en el líquido cefalorraquídeo varios años antes de que la enfermedad se manifieste, según un estudio publicado hoy en la revista Science Translational Medicine.
Poco se conoce sobre el papel del sistema inmunitario del cerebro en el alzheimer, pero investigadores del German Center for Neurodegenerative Diseases (DZNE) han encontrado una respuesta inmune temprana en los individuos con una predisposición genética a la enfermedad.
En su estudio, el cerebro de los participantes mostró reacciones inmunes anormales incluso siete años antes del inicio esperado de la demencia.
Esas respuestas inmunes pueden ser detectadas por medio de una proteína en el líquido cerebroespinal, lo que ofrece a los doctores la posibilidad de seguir la pista a la progresión de la dolencia.
Para la investigación, se estudió a 127 personas con predisposición genética al alzheimer y detectaron una actividad inmune creciente en el cerebro al medir los niveles de la proteína TREM2 en el líquido cerebroespinal.
Esta proteína la segregan ciertas células del sistema inmunitario del cerebro, llamadas microglías, de manera que refleja su actividad.
"La actividad de la microglía se estimula porque las células del cerebro que están muriendo, no por los depósitos de proteínas amiloides, llamadas placas, que también ocurren en la enfermedad", indicó Christian Haass, uno de los autores principales del estudio.
"La microglía quizás tenga una función protectora que se detiene a medida que la enfermedad progresa. Por eso estamos buscando medicinas que puedan incrementar su actividad", agregó.
Según su colega Michael Ewers, con el que encabezó el estudio, hay muchas similitudes entre la forma heredada del Alzheimer y la variante llamada esporádica, que es mucho más común.
Los niveles de proteína TREM2 podrían ser, por tanto, un biomarcador para dar seguimiento a la actividad inmune mientras el alzheimer está progresando, independientemente de que la enfermedad sea genética o no.
Asimismo, los investigadores creen que la proteína también podría ser un marcador terapéutico para monitorear la respuesta a las medicinas.
El alzheimer suele comenzar después de los 60 años y el riesgo, que es mayor si hay familiares que tuvieron la enfermedad, aumenta a medida que la persona envejece.
Ningún tratamiento puede detener la enfermedad, pero algunos fármacos pueden ayudar a impedir por un tiempo limitado que los síntomas empeoren.

Fuente:  telemadrid.es









miércoles, 21 de diciembre de 2016

Restaurar la actividad eléctrica del cerebro, una nueva forma de combatir el alzheimer


  • Los niveles de proteína amiloide, sello distintivo de la enfermedad, disminuyen al aplicar luz para resincronizar los circuitos neuronales en 




La acumulación de proteína amiloide en el cerebro, que acaba formando una especie de placas, es uno de los sellos distintivos de la enfermedad dealzheimer y muchas investigaciones tratan de revertirla o evitarla. Varios trabajos lo han conseguido en ratones pero la tarea es complicada en humanos, aunque hay ensayos en marcha. La revista científica Naturepublica esta semana un nuevo estudio, también en roedores, que apunta a la actividad eléctrica del cerebro como arma para combatir al alzheimer.
Sus autores utilizaron luz parpadeante para restaurar la sincronizacióneléctrica de las neuronas, que parece alterada en la enfermedad, y constataron que esto era seguido por una reducción en la cantidad de amiloide. A pesar de que los resultados han motivado la creación de una empresa, aún es muy pronto para saber si esta técnica podría llegar a ser útil para tratar a los humanos. Eso sí, la investigación ayuda a explicar el papel de las ondas gamma cerebrales en el círculo vicioso del avance de la enfermedad.
Ondas gamma, menos amiloide
La clave de la cuestión está en la pequeña actividad eléctrica que tienen las neuronas y que les permite comunicarse. Cuando varios circuitos neuronales se sincronizan, toda esa electricidad genera las llamadas ondas cerebrales, que son de diferentes tipos según las funciones en las que trabaje el cerebro. Entre las que tienen una frecuencia más alta están las ondas gamma, que oscilan aproximadamente de 30 a 90 veces por segundo y que son las protagonistas de la investigación que publica Nature.
Las ondas cerebrales gamma, alteradas en la enfermedad, reducirían los niveles de proteína amiloide al restablecerse gracias a la aplicación de luz parpadeante
De ellas se sabe que están presentes cuando nuestro cerebro trabaja en funciones complejas como la atención, la percepción o la memoria, y varios estudios indican que están alteradas en algunas enfermedades neurológicas, entre las cuales el alzheimer. Ahora, esta investigación da un nuevo paso: sugiere que restaurar las ondas gamma cerebrales alteradas tiene como consecuencia la reducción de la proteína amiloide tóxica acumulada en el cerebro.
Menos producción, más eliminación
El estudio apunta que las ondas gamma hacen más activas a unas células de defensa y limpieza llamadas microglía, que por lo tanto tienen más ganas de comerse a la proteína amiloide y eliminarla. Además, sugiere que las ondas gamma disminuyen la producción de proteína amiloide. Por lo tanto, restaurar estas ondas habilitaría "la propia capacidad del cerebro para reparase a sí mismo", apuntaba este martes en rueda de prensa la profesora Li-Huei Tsai, directora de uno de los centros del Instituto Tecnológico de Massachusetts y autora principal del estudio.
Las ondas gamma parecen activar la función de unas células que absorben a la proteína amiloide y la eliminan
Del interior del cerebro a las luces LED
Los autores lograron estos resultados después de varios experimentos con ratones, a los que se aplicó una luz parpadeante de la misma frecuencia que las ondas gamma cerebrales. Esto indujo que las ondas volvieran a aparecer en sus circuitos neuronales. La luz se aplicó primero mediante un dispositivo colocado en el interior del cerebro de los ratones. Después, desde el exterior de su cuerpo y en una cámara oscura, mediante otro dispositivo con luces LED diseñado por el equipo de investigadores.
Lo que limitó los resultados al trasladar las luces al exterior del cuerpo es que el área del cerebro que se estudió, el córtex visual, no es una de las zonas donde más amiloide se acumula en la enfermedad de alzheimer en humanos.
En los ratones con amiloide acumulada pero aún sin placas, la cantidad de proteína se redujo a la mitad en solo una hora, pero volvió a los niveles originales en cuestión de un día
Además, en los ratones con amiloide acumulada pero aún sin placas, la cantidad de proteína se redujo a la mitad en solo una hora, pero volvió a los niveles originales en cuestión de un día. En los ratones más ancianos, ya con placas de amiloide, después de siete sesiones de una hora al día durante una semana también se redujeron las placas, y los análisis para ver cuánto tiempo se mantiene el efecto aún están en curso.
¿Qué es antes, el huevo o la gallina?
Tampoco está claro qué es lo que ocurre antes en ese círculo vicioso que parece ser la enfermedad: ¿Primero se acumula la proteína o primero se alteran las ondas gamma? "Realmente es una pregunta como la del huevo y la gallina", explica a Big Vang la profesora Tsai. "En el alzheimer familiar, podemos asumir que es la proteína amiloide alterada la que inicia la cascada de eventos, incluyendo a las ondas gamma. Pero en el caso del alzheimer esporádico de aparición tardía, sabemos que las causas son complejas y las ondas gamma alteradas pueden jugar un papel en el desarrollo de la enfermedad", añade.
Para la profesora Elena Galea, investigadora ICREA en el Instituto de Neurociencias de la Universitat Autònoma de Barcelona, lo que cada día está más claro es que la alteración de las ondas gamma contribuye a la enfermedad. "Para mí la pregunta es: ¿Cuándo ocurre esa desincronización en el cerebro? ¿Muy al principio de manera que es una causa importante? ¿O más en medio, de forma que es más bien una consecuencia?", explica. En opinión de Galea, el principal mérito de este estudio es que "pone en conjunto dos conceptos que antes estaban separados: la sincronización de las actividades neuronales y la respuesta de la microglía. El paso a los humanos… Eso ya es otra cosa", subraya.
El paso a los humanos, un interrogante
Los investigadores explican que necesitan investigar más para saber si sería posible trasladar de alguna manera esas luces LED a tratamientos para humanos. Con este objetivo han creado una empresa que se llama Cognito Therapeutics, como explica el Instituto Tecnológico de Massachusetts en un comunicado en su página web. "Si los humanos se comportan igual que los ratones en respuesta a este tratamiento, diría que el potencial es enorme, porque no es invasivo y es muy accesible", afirma Tsai en el mismo comunicado. Si llega el día, apunta Galea, "seguramente será algo que hacer a la vez que otras muchas cosas".
Por su parte, la doctora Raquel Sánchez-Valle, de la Unidad de Alzheimer del hospital Clínic de Barcelona, se muestra sorprendida por la magnitud del efecto de una hora de luz en la reducción de la cantidad de amiloide. Y recuerda que, incluso en el caso de que se confirmara que la técnica tiene efectos similares en humanos y en ratones, "aún no hemos demostrado que eliminar la proteína amiloide signifique curar la enfermedad".


Fuente:  lavanguardia.com





¿Juega la nutrición un papel importante en la prevención de la progresión de la enfermedad de Alzheimer?

Cada vez hay más evidencias que relacionan una alimentación sana, las actividades que estimulen la cognición y las constantes actividades físicas con una reducción del riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer (EA). Por el contrario, la diabetes, fumar y los estados depresivos se asocian al aumento de la progresión de la enfermedad de Alzheimer.
Una dieta abundante en antioxidantes, vitamina B, polifenoles, ácidos grasos poliinsaturados y monoinsaturados puede ser beneficiosa en la progresión de la enfermedad de Alzheimer (EA). Como ejemplos de esta dieta tendríamos la mediterránea, la japonesa y la MIND (mezcla de una dieta baja en sal y dieta mediterránea).

Por otro lado, las dietas basadas en un mayor consumo de ácidos grasos saturados y alta ingesta de calorías, así como el exceso de bebidas alcohólicas, aumentan el riesgo de padecer Alzheimer, esta enfermedad incurable y progresiva.
La dieta mediterránea se caracteriza por un elevado consumo de verduras, hortalizas, legumbres, cereales de grano entero, frutas, frutos secos y una ingesta elevada de aceite de oliva (como la principal fuente de grasa en la dieta). También se caracteriza por un consumo moderado de pescado, de productos lácteos (con predominio de yogures y quesos), de un bajo consumo de carne y derivados cárnicos y de un consumo regular pero moderado de vino durante las comidas.
Hasta ahora todos los estudios sobre los beneficios de la dieta mediterránea se relacionaban con disminución de peso y riesgo cardiovascular. Recientemente se ha visto también que la dieta mediterránea, suplementada con aceite de oliva virgen extra y nueces, que contienen altas cantidades de ácido oleico y linolénico respectivamente, podría mejorar o al menos retrasar el deterioro cognitivo de los enfermos con Alzheimer.
La dieta japonesa se basa en arroz, muchas y muy variadas verduras, algas, pescado, soja y sus productos derivados, y alto consumo de té verde. Además se suele cocinar al vapor, a la plancha, hervida o sencillamente cruda, por tanto, los platos no son nada grasos. Además de tener un 25% menos de grasas que la “dieta occidental”, el beneficio con relación a la enfermedad de Alzheimer se debería a los ácidos grasos omega-3 y a los antioxidantes contenidos en las algas y el té verde.

La dieta MIND incluye cereales, legumbres, ensaladas y frutas, nueces y frutos, carnes de ave, pescado y consumo de vino en la comida principal, y excluye totalmente fritos, bollería industrial, mantequilla y margarina.
Si bien es cierto que a lo largo de este año se han publicado varios estudios científicos de calidad evidenciando la disminución del riesgo de padecer enfermedad de Alzheimer o de disminuir la progresión de la misma asociada a la adherencia a las dietas mencionadas, hay que ser todavía cautos a la hora de afirmar tajantemente que cualquiera de las mismas prevengan el deterioro cognitivo.

Fuente: knowalzheimer.com
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lunes, 19 de diciembre de 2016

Estimulación visual para tratar el Alzheimer

Demencia, cerebro, alzheimer
Investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), en Cambridge, Massachusetts, Estados Unidos, han demostrado que pueden reducir sustancialmente las placas beta-amiloides observadas en la enfermedad de Alzheimer en la corteza visual de los ratones. Este tratamiento parece funcionar al inducir ondas cerebrales conocidas como ondas gamma, que parecen ayudar al cerebro a suprimir la producción de beta-amiloide y revitalizar las células responsables de destruir las placas.
   Sin embargo, se necesita más investigación para determinar si un enfoque similar podría ayudar a los pacientes aquejados de la enfermedad de Alzheimer, según señala el autor principal del estudio, Li-Huei Tsai, profesor de Neurociencias, director del Instituto Picower para el Aprendizaje y la Memoria en el MIT.
   "Es un gran 'si' porque tantas cosas que se ha demostrado que funcionan en ratones, fallan en humanos", dice Tsai. "Pero si los seres humanos se comportan de manera similar a los ratones en respuesta a este tratamiento, el potencial es enorme, porque es no invasivo y es muy accesible", añade este investigador, cuyo trabajo se publica en la edición digital de este miércoles de 'Nature'.
   Tsai y Ed Boyden, profesor asociado de Ingeniería Biológica y Ciencias Cerebrales y Cognitivas en el Laboratorio de Medios del MIT y el Instituto McGovern para la Investigación del Cerebro, quien también es autor del documento de 'Nature', han creado una empresa llamada Cognito Therapeutics para realizar pruebas en humanos. Los principales autores del trabajo son la estudiante de posgrado Hannah Iaccarino y la investigadora de Media Lab Annabelle Singer.
   "Este importante anuncio puede ser el preludio de un avance en la comprensión y el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer, un terrible trastorno que afecta a millones de personas y sus familias en todo el mundo", dice Michael Sipser, decano de la Escuela de Ciencias del MIT. "Nuestros científicos del MIT han abierto la puerta a una dirección totalmente nueva de investigación sobre este trastorno cerebral y los mecanismos que pueden causarlo o prevenirlo", dice.
   La enfermedad de Alzheimer, que afecta a más de 5 millones de personas en Estados Unidos, se caracteriza por placas beta-amiloides que se sospecha que son perjudiciales para las células cerebrales e interfieren en la función cerebral normal. Estudios anteriores han insinuado que los pacientes de Alzheimer también sufren alteraciones de las ondas gamma. Se cree que estas ondas cerebrales, que varían de 25 a 80 hercios (ciclos por segundo), contribuyen a las funciones cerebrales normales, entre ellas la atención, la percepción y la memoria.

DETECTAN DETERIORO DE ONDAS GAMMA EN ROEDORES CON ALZHEIMER

   En un estudio de ratones que fueron programados genéticamente para desarrollar Alzheimer, pero aún no mostraban acumulación de placa o síntomas de comportamiento, Tsai y sus colegas encontraron ondas gamma deterioradas durante patrones de actividad que son esenciales para el aprendizaje y la memoria mientras los animales iban por un laberinto.
   A continuación, los investigadores estimularon las ondas gamma a 40 hercios en una región cerebral llamada hipocampo, la cual es crítica en la formación y recuperación de la memoria. Estos estudios iniciales se basaron en una técnica conocida como optogenética, cuyo co-pionero es Boyden y que permite a los científicos controlar la actividad de las neuronas modificadas genéticamente aplicando luz brillante sobre ellas.
   Utilizando este enfoque, los científicos estimularon ciertas células cerebrales conocidas como interneuronas, que luego sincronizan la actividad gamma de las neuronas excitatorias. Después de una hora de estimulación a 40 hercios, los autores detectaron una reducción de entre el 40 y el 50 por ciento en los niveles de proteínas beta-amiloides en el hipocampo. La estimulación en otras frecuencias, de 20 a 80 hercios, no produjo esa bajada.
   Tsai y sus colegas comenzaron entonces a preguntarse si técnicas menos invasivas podrían lograr el mismo efecto. Tsai y Emery Brown, profesor de Ingeniería Médica y Neurociencia Computacional, miembro del Instituto Picower, y autor del artículo, se propuso utilizar un estímulo externo --en este caso, luz--, para impulsar ondas gamma en el cerebro. Los investigadores construyeron un dispositivo simple que consiste en una tira de LED que se puede programar para parpadear en diversas frecuencias.

LA ESTIMULACIÓN CON LUZ REDUCE LOS NIVELES DE BETA-AMILOIDE

   Usando este dispositivo, los investigadores detectaron que una hora de exposición a la luz parpadeante a 40 hercios aumentó las ondas gamma y redujo los niveles de beta-amiloide a la mitad en la corteza visual de ratones durante las primeras etapas de la enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, las proteínas volvieron a sus niveles originales en 24 horas.
   Entonces, los científicos investigaron si un tiempo más largo de tratamiento podría reducir las placas amiloides en roedores con una acumulación más avanzada de placas amiloides. Después de tratar a los animales durante una hora al día a lo largo de siete días, tanto las placas como el amiloide libre flotante se redujeron notablemente. Ahora están tratando de determinar cuánto tiempo duran estos efectos. Además, descubrieron que las ondas gamma redujeron otro signo distintivo de la enfermedad de Alzheimer: la proteína Tau que está anormalmente modificada, llegando a formar enredos en el cerebro.
   El laboratorio de Tsai está estudiando ahora si la luz puede impulsar ondas gamma en regiones cerebrales más allá de la corteza visual y los datos preliminares sugieren que esto es posible. También están investigando si la reducción de las placas amiloides tiene algún efecto sobre los síntomas de comportamiento de sus modelos de ratón de Alzheimer y si esta técnica podría funcionar en otros trastornos neurológicos que implican alteraciones de las oscilaciones gamma.
   Los investigadores también realizaron análisis para intentar averiguar cómo ejercen sus efectos las ondas gamma y hallaron que después de la estimulación gamma, el proceso para generar beta-amiloide es menos activo. Las oscilaciones gamma también mejoraron la capacidad del cerebro para eliminar las proteínas beta-amiloides, un trabajo que normalmente realizan las células inmunes conocidas como microglia.
   "Estas células cogen materiales tóxicos y desechos celulares, limpian el entorno y mantienen las neuronas sanas", detalla Tsai. En los pacientes de Alzheimer, las células de microglia se vuelven muy inflamatorias y secretan sustancias químicas tóxicas que hacen que otras células cerebrales enfermen, pero cuando se impulsaron las ondas gamma en los ratones, su microglia sufrió cambios morfológicos y se volvió más activa en la eliminación de las proteínas beta-amiloide.
   "La conclusión es que mejorar las ondas gamma en el cerebro puede hacer al menos dos cosas para reducir la carga amiloide: reducir la producción de beta-amiloide de las neuronas y mejorar la eliminación de amiloides por parte de la microglia", subraya Tsai. Los investigadores también secuenciaron el ARN mensajero de los cerebros de los ratones tratados y vieron que cientos de genes estaban sobre o subexpresados y ahora están analizando el posible impacto de esas variaciones en la enfermedad de Alzheimer.

Fuente: infosalus.com




domingo, 18 de diciembre de 2016

Lo último del ‘bio-hacking’: chips neuronales para acabar con el Alzheimer

bio-hacking-ciencia-y-tecnología-chips-neuronales-alzheimer
El emprendimiento tecnológico empieza a inclinarse por la ciencia. La última innovación de una satrtup son chips neurológicos para corregir daños cerebrales como el Alzheimer.
De un tiempo a esta parte se percibe desde Silicon Valley una corriente de innovación que apuesta por la tecnología al servicio de la salud y el bienestar del ser humano.
Se trata del 'bio-hacking' y uno de sus precursores es elemprendedor tecnológico Bryan Johnson, que está diseñando un microchip que puede instalarse en el cerebro para corregir daños neuronales provocados por enfermedades como el Alzheimer.
Es un proyecto nuevo de su startup Kernel, compañía de ' Human Intelligence' con la que pretende mejorar el potencial del cerebro para aproximarlo a la "perfección" de las máquinas.
Este nuevo proyecto permite instalar estos chips, llamados también neuroprótesis, en cerebros que presenten daños neuronales causados por accidentes cerebrovasculares, el Alzheimer o conmociones cerebrales. La idea es que también puedan aumentar la inteligencia, la memoria y otras funciones cognitiva.
Estos chips implantados intentan replicar la forma en que las células del cerebro se comunican entre sí. Un cerebro sano convierte las situaciones presentes desde la memoria a corto plazo a la memoria a largo plazo a través de señales eléctricas. Éstas disparan un código específico único para cada persona, asemejándose a un comando de software.

Alzhup, la aplicación española para combatir el Alzheimer

Se basa en los avances del ingeniero biomédico Theodore Berger, quien durante 20 años ha estado trabajando en la construcción de una neuroprótesis para ayudar a las personas con demencia senil, contusiones y lesiones cerebrales y pacientes con Alzheimer.
El 'bio-hacking', a medio camino entre la ciencia tradicional y la ciencia ficción, se sustenta en la idea de que es posible diseñar y programar el cuerpo humano como lo haríamos con un software. Son varias las startups que están encabezando este movimiento, como por ejemplo Thync, una empresa que diseña auriculares que mandan impulsos eléctricos que alteran el estado anímico cerebral, o Nootrobox, dedicada a la producción de componentse que mejoran la capacidad cognitiva combinando cafeína con ingrediente activos del té.
Un motivo que explicaría esta inclinación del emprendimiento tecnológico estadounidense hacia la ciencia es el recorte que ha sufrido la financiación público en investigación científica. Además, es una evidencia que hasta hace nada había muchos problemas biológicos y de salud que representaban un reto y que ahora, gracias a la computación y el Big Data, es posible resolver en mucho menos tiempo.

La ciencia consigue resolver el misterio del deja vú

El sueño mayor, casi inalcanzable, de esta corriente tecno-científca es lograr desafiar a la muerte y la decadencia del hombre cuando éste llega a sus últimos años de vida. Aunque más allá de quimeras, habrá que ver si los grandes fondos de capital riesgo e inversores apuestan por startups que ofrecen soluciones para el gran público o que sólo puedan permitirse unos pocos.
Fuente: ticbeat.com