viernes, 29 de enero de 2016

Descubierta una proteína clave en la pérdida de memoria en el Alzheimer


Descubierta una proteína clave en la pérdida de memoria en el Alzheimer 

La molécula, llamada PTEN, también se encarga de proteger a las células del organismo contra el cáncer

Que podamos recordar y aprender nuevas cosas es gracias a las conexiones que se establecen entre las neuronas en nuestro cerebro, las sinapsis. Lejos de ser estables, cambian, se refuerzan o se debilitan a lo largo de la vida en función de nuestras experiencias. Cuando esa comunicación entre neuronas se perturba, comienzan los problemas de memoria, como sucede en el Alzheimer, la enfermedad neurodegenerativa más prevalente en el mundo.
Un equipo formado por científicos de distintos centros de investigación españoles ha descubierto que una proteína llamada PTEN desempeña un papel clave en las sinapsis: es capaz de debilitarlas y, por tanto, de impedir que funcionen correctamente, lo que acaba provocando que seamos incapaces de recordar o de adquirir nueva información. Y eso es, justamente, lo que ocurre en el Alzheimer.
“Esa proteína habitualmente se encarga de proteger a las células del cuerpo contra el cáncer, es un supresor tumoral”, explica a Big Vang la coautora del estudio, Shira Knafo, que es investigadora de la Fundación Vasca para la Ciencia Ikerbasque, de la Unidad de Biofísica perteneciente al CSIC y a la Universidad del País Vasco. “Pero cumple más funciones importantes en el organismo, y ahora hemos visto que es clave también en la enfermedad de Alzheimer”, añade.
La investigación arrancó en 2010, cuando Knafo trabajaba junto a Jose Antonio Esteban, coautor del trabajo, en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CSIC- Universidad de Madrid); entonces ambos descubrieron que esta molécula estaba presente en las sinapsis y era esencial para la plasticidad neuronal. Ahora en este nuevo trabajo, cuyos resultados se publican en la revista Nature Neuroscience, dan un paso más al demostrar cómo la proteína consigue entrar en las sinapsis y debilitarlas.
Los autores también observaron que para que PTEN pudiera ejercer un efecto negativo necesitaba interaccionar con otras proteínas presentes en esas conexiones neuronales. Así es que se les ocurrió desarrollar una herramienta molecular para intentar inactivar a PTEN. ”Desarrollamos un péptido, como una proteína pequeña, que bloquea la interacción entre PTEN y el resto de proteínas”, explica Knafo.
En un experimento, los investigadores inyectaron este péptido durante tres semanas en el cerebro de ratones transgénicos que funcionan como modelos animales para la enfermedad de Alzheimer, y vieron que los animales mantenían la memoria perfecta. “Comprobamos que conseguíamos proteger al cerebro frente a la pérdida de recuerdos”, destaca esta investigadora.
Aunque por el momento están en una fase inicial del trabajo y se trata de un estudio de ciencia básica realizado con animales, este tipo de investigaciones son muy relevantes porque contribuyen a arrojar luz sobre los mecanismos que controlan las funciones cognitivas. Y son además la base para poder luego desarrollar nuevas estrategias terapéuticas. Sin ciencia básica, no hay ciencia aplicada.

miércoles, 27 de enero de 2016

¿Un análisis de orina para diagnosticar el alzhéimer?


 

Constatan en ratones que se puede pronosticar la enfermedad de Alzheimer a partir de las señales odoríferas de la orina.
¿Una sencilla prueba de orina permitirá predecir si una persona padecerá alzhéimer? En ratones, parece que el biomarcador funciona, según han comprobado en fecha reciente investigadores dirigidos por Daniel Wesson, de la Universidad Case Western Reserve en Cleveland.
Los científicos analizaron las pruebas de orina de múridos transgénicos que presentaban una variante genética humana relacionada con la proliferación de agregados proteicos de amiloide beta, indicador cerebral característico de esta patología neurodegenerativa. Mediante análisis químicos hallaron que la orina de los roedores con alzhéimer desprendía un olor peculiar en comparación con la de sus congéneres sanos. Aunque no encontraron componentes distintos en una y otra orina, sí descubrieron concentraciones diferentes de estos. Apreciaron tales características incluso antes de que el cerebro de los animales enfermos presentara un número elevado de amiloide beta y de que los individuos manifestaran una memoria deteriorada.
Falta más investigación
Los autores atribuyen una causa genética a la diferencia en las señales odoríferas de la orina, en concreto, a la variante del gen que habían introducido en los ratones transgénicos con el propósito de que desarrollaran la demencia. Asimismo afirman que su investigación demuestra la posibilidad que exista un biomarcador para el alzhéimer en la orina. 
Con todo, debe confirmarse si este indicador también funciona en los humanos. «Aunque esta investigación se encuentra en un estadio de prueba de concepto, la identificación de señales odoríferas puede que sirvan algún día como biomarcador para identificar las etapas iniciales de la enfermedad de Alzheimer en los humanos», concluye Wesson.

lunes, 25 de enero de 2016

Una cura para el Alzheimer? Preparan la primera vacuna que detiene su progreso


 

Los investigadores esperan que la vacuna sea capaz de frenar la progresión de la enfermedad atacando 'enredos' en el cerebro que causan la pérdida de la memoria.
La enfermedad de Alzheimer se manifiesta cuando se forman ovillos neurofibrilares, es decir, un conglomerado anormal de una proteína llamada tau que forma nudos en el cerebro bloqueando el sistema de transporte célular y, por ende, los nutrientes esenciales, que no pueden llegar a las células, que acaban muriendo, lo que genera la pérdida de memoria asociada con la enfermedad. Sin embargo, un grupo de científicos ha desarrollado ahora una vacuna que ataca estos enredos o conglomerados, informa 'The Daily Mail'.
Se trata de la primera vacuna que ataca estos "ovillos enredados" y sus creadores esperan que sea capaz de frenar la progresión de la enfermedad. Los tratamientos actuales para la enfermedad de Alzheimer se centran en la mejora de los síntomas, si bien son pocos los capaces de detener su avance. La proteína tau ayuda a regular el equilibrio del tráfico de células nerviosas, lo que puede explicar que las alteraciones en ella vayan asociadas con patologías neurodegenerativas. Los expertos del Instituto británico de Investigación para la Atención de las Personas Mayores (RICE por sus siglas en inglés) han comenzado a probar el tratamiento. "Se trata de un estudio muy importante que abre el camino a una vacuna completamente diferente que se espera que sea mucho más eficaz", sostiene el profesor Roy Jones del Instituto RICE. Sin embargo, Jones se muestra prudente en cuanto a los resultados."Todavía es temprano. Estamos justo en el comienzo", recuerda.

viernes, 22 de enero de 2016

Estudio. La marihuana ayuda a los pacientes de Alzheimer


 

La marihuana para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer “es seguro y una opción prometedora de tratamiento”, concluyeron los investigadores israelíes, en el último estudio sobre esta práctica floreciente.
La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad neurológica degenerativa devastadora y mortal que afecta solo en Estados Unidos a más de cinco millones hoy. Una de cada tres personas mayores va a morir con Alzheimer u otra demencia, la enfermedad de Alzheimer es la sexta causa principal de muerte en el país norteamericano, con un costo de $ 203 mil millones en el 2013.
Anteriores estudios indicaron que los ingredientes activos de cannabis pueden proporcionar alivio paliativo para los pacientes de Alzheimer con demencia – calmarlos y permitirles dormir. Estudios celulares también indicaron que esos ingredientes activos del cannabis ‘podrían prevenir la aparición y progresión de la enfermedad de Alzheimer, interrumpiendo el ciclo de creación de placas de beta-amiloide que se piensa que son las cuasantes de la enfermedad.
Los investigadores en el Centro de Salud Mental Abarbanel y de la Facultad Sackler de Medicina de la Universidad de Tel Aviv, en Israel, junto con el Departamento de Psicología de la Universidad de Bar-Ilan realizaron uno de los primeros estudios clínicos con cannabis en pacientes humanos de Alzheimer.
El principal ingrediente activo del cannabis el “tetrahidrocannabinol (THC) es un potencial tratamiento para la enfermedad de Alzheimer (EA)”, escribieron los investigadores. Los investigadores querían medir la seguridad y la eficacia de proporcionar aceite de cannabis medicinal que contenía THC como complemento a las medicinas de Alzheimer existentes. Su objetivo: el alivio de los síntomas aterradores conductuales y psicológicos de la demencia.
Once pacientes fueron reclutados para el ensayo de un mes. Diez pacientes terminaron el estudio y los investigadores informaron de una “reducción significativa” en la gravedad de la enfermedad mental, especialmente en relación con los delirios, agitación / agresividad, irritabilidad, apatía, el sueño y la angustia del cuidador.
“La adición de [aceite de cannabis] a [la enfermedad de Alzheimer] a la farmacoterapia de los pacientes es una opción segura y un tratamiento prometedor”, concluyeron los investigadores.




miércoles, 20 de enero de 2016

La lectura retrasa el Alzheimer


 

De acuerdo con especialistas, las personas que gustan de estudiar desde la infancia tienen menor posibilidad de desarrollar esta enfermedad
Entre mayor sea el gusto por la lectura y el estudio, las personas tendrán menor probabilidad de desarrollar la enfermedad del Alzheimer cuando sean adultos, aseguró el neurólogo clínico Hugo Navarrete Báez.

En entrevista, dijo que la lectura previene el padecimiento, por lo que recomendó que, si no les gusta estudiar, por lo menos lean una hora diaria, ya que puede ayudar a producir más arborizaciones y conexiones neuronales.

En el marco del Día mundial del Alzheimer, hoy 21 de septiembre, indicó que, de alguna forma, la lectura retarda la aparición de la enfermedad del Alzheimer si llegara a presentarse, o la previene a largo plazo, cuando una persona ya está marcada genéticamente no se puede hacer nada.

El especialista comentó que las medidas como la dieta, el ejercicio, la terapia cognitiva, la lectura y el estudio pueden retrasar la aparición del Alzheimer o, si se presenta, hacer que se vaya más lento el padecimiento.

Mencionó que, “por ejemplo, los desprotegidos o pobres de la calle son los que están más expuestos a presentar Alzheimer, por tener poca o nula educación. Cuando una persona se encuentra constantemente leyendo o estudiando se van creando más conexiones”.

Además, el neurólogo Navarrete Báez expresó que el Alzheimer es una enfermedad degenerativa progresiva, la cual se presenta de forma muy frecuente en personas de los 65 años de edad, aunque se puede presentar en jóvenes.

Estadísticamente, de los 80 años en adelante, una de cada tres personas presenta esta enfermedad. La edad más joven en que se puede presentar es alrededor de los 40 a 65 años.

Actualmente, expuso, la pirámide poblacional, la base, la parte más amplia es de menores de 10 años. Para 2050, va estar igual, menores de 10 años y gente alrededor de los 80 años, por lo que es importante delinear esta enfermedad.

Las medidas de prevención que pueden disminuir la velocidad de progresión del padecimiento, en un momento dado, no evitarlo pero por lo menor retardar su aparición.

“Se puede retardar la aparición por medio de marcadores genéticos y otros tipos de marcadores que se estudian en el líquido cefalorraquídeo. Es el líquido que corre a través del cerebro hacia la medula espinal”, comentó.

Existen pruebas genéticas que pueden determinar cuando una persona tiene Alzheimer desde que nace, en personas que son negativas para las pruebas genéticas se recomienda hacer ejercicio y evitar todos las adicciones, sobretodo el tabaquismo, alcoholismo, drogas.

En México todavía no está disponible la prueba que detecta el Alzheimer cuando nace un bebé, pero hay laboratorios en Europa y Estados Unidos donde se puede mandar hacer el examen. En esos países ya se realizan las pruebas, pero no de manera rutinaria.

El promedio aproximado de duración con Alzheimer es entre 10 y 12 años, se recomiendan medicamentos que no curan, pero si tienen nivel de eficacia comprobada moderada. Hay cuatro que son: Rivastimina, Galantamina, Donepezilo y la Memantina.

Estos medicamentos ayudan a recuperar parte de la memoria. Son neuroprotección, protegen las neuronas y pueden retrasar la velocidad de progresión del padecimiento. “No lo curan, protegen y retrasan la pérdida de función cognitiva, memoria y lenguaje”.

En la mayoría de la veces, dijo, la persona no se da cuenta que tiene la enfermedad del Alzheime. Los familiares son los que empiezan a notar, se dan cuenta por la falla en la memoria en forma constante y que preguntan lo mismo de forma repetitiva.

Para darse cuenta si es la enfermedad del Alzheimer o un síntoma de la edad, se tiene que acudir al médico para que le realicen pruebas neuropsicológicas. Éstas son pruebas especiales que incluye la memoria de forma primordial.

El diagnóstico para determinar el Alzheimer es a base de fallas de memoria constantes que va a perturbar al paciente en sus actividades, no puede realizar bien su trabajo o actividad de casa.

Aunado a eso, tienen que hacerse pruebas neuropsicológicas y estudios de sangre, al igual que pruebas de imagen y radiografías especiales como son tomografías o resonancias magnéticas cerebrales.

“A la larga, si no se trata medicamente y adecuadamente, también la depresión severa o prolongada es un factor de riesgo donde se puede presentar Alzheimer”.

Una persona de 30 o 40 años podría tener Alzheimer si es por marcador genético. “Si no, la probabilidad es muy baja, a un 2% a esa edad. Generalmente cuando hay problemas de memoria es por la tensión”, concluyó el especialista.

lunes, 18 de enero de 2016

Nuevas investigaciones se enfocan en detección temprana de Alzhéimer


 

Las investigaciones más recientes sobre la enfermedad de Alzheimer en el mundo se enfocan en el desarrollo de herramientas que permitan el diagnóstico temprano de este mal.
Hasta ahora se sabe que entre 15 y 20 años antes de que se manifiesten los síntomas como cambios de la memoria y la personalidad, ocurren cambios biológicos en el cerebro.
La directora Científica de la Asociación Nacional de Alzheimer en Estados Unidos, María C. Carrillo, indicó que en esta enfermedad neurodegenerativa las proteínas beta-amiloide y Tau sufren alteraciones que ocasionan su acumulación de forma tóxica en el cerebro.
La beta-amiloide se acumula afuera de las células bloqueando la comunicación entre las neuronas, mientras que la Tau se almacena dentro de la célula y la mata, explicó la especialista en entrevista con Notimex.
Ambas proteínas se alojan en distintos lugares de la corteza cerebral, y cuando salen y traspasan a otras estructuras cerebrales y se encuentran afectan al cerebro en su totalidad.
Los científicos creen que estos procesos complejos no existen de manera independiente; sin embargo, todavía no entienden con exactitud cómo funcionan juntos y contribuyen a la neurodegeneración que origina los problemas clínicos que se observan en la demencia del alzhéimer.
No obstante, dijo que los proyectos científicos buscan biomarcadores para detectar los cambios biológicos del cerebro que indiquen el desarrollo de la enfermedad, con lo cual se tendría una ventana de oportunidad para el diagnóstico oportuno.
“El cerebro es un órgano muy protegido, no se puede entrar a sacar unas células para examinarla en el microscopio como lo haría una biopsia de cualquier otro órgano”, señaló Carrillo.
En la actualidad se analizan las proteínas del líquido cefalorraquídeo por medio de una punción; además se hacen estudios de imágenes cerebrales y exámenes de memoria, pero algunos de estos biomarcadores son muy específicos, caros y no se encuentran en todos los países.
“Estamos luchando para entender qué otros biomarcadores tienen correlación con los que ya se tienen y de esta forma usar aquellos que sean más accesibles, menos costosos e invasivos”, como las pruebas de memoria para advertir cambios muy sutiles o algún examen de sangre, puntualizó la especialista.
Con ese propósito, la Asociación Nacional de Alzheimer en Estados Unidos invierte 83 millones de dólares en investigaciones de 350 laboratorios en 20 países; además de proveer cuidado y ayuda a las familias y pacientes con este mal.
Se prevé que este padecimiento afectará a alrededor de 80 millones de personas durante los próximos 20 años, indicó Carrillo, quien aseguró que los fármacos aprobados disminuyen los síntomas, mas no retrasan la enfermedad.
“Es importante que las personas sepan que sí hay algo que puede disminuir los síntomas. En México, fuera del Distrito Federal, no hay acceso a esos medicamentos y los médicos no saben de éstos”; algunos de los cuales ya son genéricos, agregó.
Genes involucrados en el Alzhéimer
Existe un tipo de alzhéimer que está presente en menos del dos por ciento de la población humana y que afecta a personas de mediana edad, en las décadas de los 30 y 40 años.
Esta forma de alzhéimer se relaciona con la presencia de los genes APP, PS1 y PS2, apuntó Carrillo, quien agregó que se encuentra en algunas familias, que ya se identificaron en el mundo.
Precisó que hasta ahora se detectaron más de 30 genes que aumentan el riesgo de desarrollar alzhéimer, pero lo incrementan en un porcentaje bajo, que oscila entre el dos y cuatro por ciento.
Lo que no ocurre con el gen APOE 4, ya que las personas que tienen una copia de éste tienen 50 por ciento de probabilidad de desarrollar la enfermedad y si se tienen dos copias, el riesgo aumenta hasta 80 por ciento.
Por otro lado, los investigadores también buscan la relación entre el Síndrome de Down y el alzhéimer, pues ambas enfermedades son muy similares.
“Una persona con Síndrome de Down tiene tres copias del cromosoma 21. En éste vive el gen APP, el cual es una proteína larga que cuando se corta crea la beta-amiloide”, expuso.
Por lo que, desde bebés, quienes tienen Síndrome de Down crean de manera acelerada la beta-amiloide y cuando llegan a los 40 años –lo que antes no sucedía- comienzan a presentar síntomas de demencia de alzhéimer.
En los casos esporádicos que no involucran genes, se encontraron factores de riesgo, tales como una vida sedentaria, la obesidad, hipertensión arterial y la diabetes, añadió.

viernes, 15 de enero de 2016

Beber cerveza ayuda a proteger de enfermedades como el Alzheimer y el Parkinson


beber cerveza  

Una sustancia química llamada xanthohumol, se encuentra en algunas plantas secas utilizadas para la fabricación de cerveza y algunas bebidas gaseosas, puede ayudar a proteger las células cerebrales del daño oxidativo asociado a la demencia, como el Alzheimer y el Parkinson.
La investigación fue publicada en la revista Journal of Agricultural and Food Chemistry y sugirió que las personas que beben cerveza con regularidad, pueden prevenir la progresión de las enfermedades neurológicas.

Dr. Colmillo Jianguo, de la Universidad de Lanzhou en China, dijo: “En la medicina tradicional china, el lúpulo se ha utilizado para tratar una variedad de dolencias durante siglos. La presencia de una alta concentración de xanthohumol en la cerveza puede estar asociada con la observación epidemiológica, haciendo que el hábito de beber cerveza sea beneficioso.” El xanthohumol ha atraído considerable interés debido a sus múltiples funciones farmacológicas, es un antioxidante, protege el corazón, ayuda a la obesidad, es anti-inflamatorio y previene el cáncer.

El equipo del Dr. colmillo a aislado y probado moléculas en las células del cerebro de los ratones en una serie de experimentos de laboratorio. Encontraron que el xanthohumol reduce el nivel de estrés oxidativo en las células, un proceso perjudicial que se dice que está estrechamente relacionado con enfermedades degenerativas.
En el artículo de la revista los investigadores, dijeron: “Las células neuronales son particularmente vulnerables al estrés oxidativo por tener la sustitución limitada de por vida. Cada vez más evidencias muestran que el estrés oxidativo es una de las causas de los patógenos neurológicos y enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson“. “El bloqueo del proceso oxidativo se convierte en retrasar y bloquear el proceso que desarrolla estas enfermedades“, concluyó.
Debe tenerse en cuenta que el consumo excesivo de cerveza en frecuencia muy alta puede causar un aumento del riesgo de demencia mediante la destrucción de tejido cerebral.

miércoles, 13 de enero de 2016

Estudio plantea nuevas esperanzas en la estrategia para el tratamiento de Alzheimer


Study raises hopes for new Alzheimer's treatment strategy 

Los investigadores han demostrado que la reducción de la inflamación en el cerebro podría potencialmente proteger contra la memoria y cambios de comportamiento vinculados con la progresión de la enfermedad de Alzheimer, aumentando las esperanzas de una nueva vía de tratamiento para la condición.
El estudio, dirigido por investigadores de la Universidad de Southampton y publicado en la revista Brain, mostró que el bloqueo de un receptor en el cerebro responsables de la regulación de las células inmunitarias podría limitar los efectos dañinos de la inflamación y proteger contra algunos de los síntomas de la enfermedad.
Los investigadores encontraron que los ratones que recibieron un fármaco que bloquea la acción de la proteína CSF1R, que regula un tipo particular de célula inmune, mostró una mejoría en los síntomas en comparación con los que no habían recibido tratamiento, añadiendo peso a la idea de que la inflamación en el cerebro podría impulsar el desarrollo de la enfermedad.
Los resultados sugieren que la reducción de esta inflamación podría, por tanto, detener la progresión de la enfermedad, según los investigadores, también señaló que esperan que el descubrimiento conducirá a un nuevo tratamiento eficaz.
El estudio, que fue financiado conjuntamente por el Consejo de Investigación Médica y de Alzheimer Research UK, tampoco se encontró una reducción correlacionada en el número de las placas amiloides en el cerebro, una característica clave de la enfermedad, lo que sugiere otros factores también juegan un papel importante en la conducción del deterioro cognitivo observado en los pacientes.
"Estos resultados son lo más cercano a la evidencia como podemos llegar a demostrar que esta vía particular es activo en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer", dijo el autor principal del estudio Diego Gómez-Nicola. "El siguiente paso es trabajar de cerca con nuestros socios en la industria para encontrar un medicamento seguro y adecuado que se puede probar para ver si funciona en los seres humanos."

lunes, 11 de enero de 2016

El bloqueo de la inflamación cerebral detiene el avance del Alzheimer


Fase avanzada del Alzheimer: 3 puntos a tener en cuenta en el cuidado I 

Un estudio de la Universidad de Southampton (sur de Reino Unido) descubrió que, si se bloquea la inflamación del cerebro, se reducen los problemas de memoria derivados del Alzheimer y se detiene el avance de esta enfermedad neurodegenerativa.
Esta investigación, liderada por el profesor Diego Gómez-Nicola y publicada por la revista científica Brain, aporta evidencias de que la hinchazón en este órgano está ligada con el desarrollo de la patología, a la vez que permitirá descubrir nuevos fármacos.
Hasta ahora, la mayoría de tratamientos para este tipo de demencia senil se basaban en actuar sobre las placas amiloides del cerebro, características en los pacientes de Alzheimer.
Sin embargo, este hecho podría cambiar dado que los expertos sostuvieron que, cuando se acumulan en este órgano las conocidas como células microglías, se produce una inflamación que conduce a la aparición de la enfermedad.
Para confirmar sus sospechas, analizaron cerebros de personas fallecidas que padecían Alzheimer en los que encontraron “un número elevado” de estas células del sistema inmunitario.
En su estudio, los investigadores proporcionaron a ratones un fármaco que bloquea el receptor CSF1R, el principal responsable del incremento de estas células en el cerebro y de padecer problemas de memoria.
La inhibición del CSF1R en ratones evitó la congestión microglial y la hinchazón del principal órgano del sistema nervioso.
“La aplicación de este fármaco en los roedores dio lugar a una mejoría en la memoria y en las tareas de comportamiento por lo que muestra la eficacia de la inhibición del CSFR1 sobre enfermedades como el Alzheimer”, recogió el estudio.
Bloquear la inflamación cerebral, por tanto, causó “una significativa recuperación del déficit de memoria a corto plazo”.
Gómez-Nicolas, el director del estudio, apuntó que el siguiente objetivo es trabajar codo con codo con la industria farmacéutica para “encontrar un medicamento seguro y adecuado que se pueda probar en humanos”.
Además, este fármaco previene contra la pérdida de comunicación entre diferentes células nerviosas del cerebro, con la que tienen que lidiar todos los que sufren este enfermedad neurodegenerativa.
Para el profesor en neurociencia de la Universidad de Reading, Mark Dallas, este “descubrimiento” explicaría “porque los medicamentos destinados a combatir el Alzheimer han tenido tan poco éxito”.

viernes, 8 de enero de 2016

Un fármaco para la artritis revierte el daño cognitivo del alzhéimer


 

Detiene un proceso clave de la proteína tau y debido a que es es seguro los investigadores piensan que tendrá una aplicación clínica inmediata 


Una persona con alzhéimer familiar
El salsalato, un fármaco utilizado habitualmente para tratar la artritis reumatoide, podría formar parte en el futuro del arsenal terapéutico para tratar la enfermedad de Alzheimer. Según un trabajo que se publica en «Nature Medicine», este medicamento ya disponible revirtió la disfunción relacionada con la proteína tau, una de las relacionadas con la patología neurodegenerativa, en un modelo animal de demencia frontotemporal.
Los investigadores del Instituto Gladstone (EE.UU.) han visto que el fármaco previene la acumulación de la proteína tau en el cerebro y protege del deterioro cognitivo característico de la enfermedad de Alzheimer y la demencia frontotemporal. En concreto, inhibe la acetilación de tau, un proceso químico por el que se altera la función y las propiedades de una proteína. Los investigadores han visto que la proteína tau acetilada es una forma especialmente tóxica de la proteína, que conduce a la neurodegeneración y al déficit cognitivo.
En su trabajo vieron que salsalato revirtió con éxito estos efectos en un modelo de ratón de demencia frontotemporal al reducir los niveles de tau en el cerebro, recuperar las conexiones de memoria y proteger contra la atrofia del hipocampo, una región del cerebro esencial para la formación de la memoria que se ve afectada por la demencia.

Nueva diana

Por vez primera se ha identificado un enfoque farmacológico que revierte todos los aspectos de la toxicidad de tau, explica el investigador Li Gan. «Y lo más importante –señala- es que los efectos protectores del fármaco se observan incluso cuando se administra una vez iniciada la enfermedad, lo que indica que puede ser una opción eficaz de tratamiento».
Se sabe que hay dos proteínas claves en la enfermedad Alzheimer: tau y beta amiloide. A pesar de que tau es objeto de investigación no existe todavía medicamentos dirigidos a esta proteína.
Ahora, gracias al análisis post mortem de cerebros de personas con la enfermedad de Alzheimer, el equipo de Gan ha identificado que la acetilación de la proteína tau es uno de los primeros signos de la patología, incluso antes de los ‘ovillos’ de tau son detectables. Según el trabajo, la forma acetilada de tau no sólo definió la progresión de la enfermedad, sino que de alguna manera es un promotor de la acumulación de tau y de su toxicidad. Y además, en su modelo de demencia han comprobado que cuando tau está acetilada, las neuronas pierden su capacidad de degradar la proteína, haciendo que ésta se acumule en el cerebro, lo que provoca la atrofia de la región y el deterioro cognitivo.
El salsalato parece inhibir la enzima P300 en el cerebro, que se eleva en la enfermedad de Alzheimer y desencadena acetilación. El bloqueo de acetilación de tau hace que disminuyan los niveles de tau en el cerebro, lo que revierte los déficits de memoria inducida por tau y prevenir la pérdida de células cerebrales.

Aplicación inmediata

Los expertos consideran que la acetilación de tau podría ser una diana para el diseño una nueva estrategia terapéutica contra las patologías de ligadas a tau, como la enfermedad de Alzheimer y la demencia frontotemporal. Según otro de los investigadores, Eric Verdin, «teniendo en cuenta que salsalato es un medicamento ya aprobado con un largo historial de un perfil de seguridad razonable, creemos que puede tener aplicaciones clínicas inmediatas». En este sentido, ya se ha iniciado un ensayo clínico en pacientes con parálisis supranuclear nuclear, otra enfermedad neurológica mediada por la proteína tau.

miércoles, 6 de enero de 2016

Fármaco para la epilepsia revirtió la enfermedad de Alzheimer en roedores


 

Investigadores canadienses probaron los efectos del brivaracetam en un modelo de roedor de la enfermedad de Alzheimer, consiguiendo excelentes resultados preliminares.
Investigadores canadienses probaron los efectos del brivaracetam en un modelo de roedor de la enfermedad de Alzheimer, consiguiendo excelentes resultados preliminares.
Investigadores pertenecientes a la Universidad de Columbia Británica (Canadá) probaron un nuevo medicamento para la epilepsia en roedores con Alzheimer, logrando revertir por completo la perdida de memoria.
Los resultados – publicados en Alzheimers Research & Therapy – sostienen la teoría del papel clave de la hiperexcitabilidad cerebral en la enfermedad de Alzheimer y que los medicamentos anticonvulsivos – medicamentos que previenen o reducen la severidad de las crisis – representan un tratamiento prometedor.
Los investigadores encontraron que el brivaracetam (un fármaco anticonvulsivo todavía en desarrollo clínico para la epilepsia) revierte por completo la pérdida de memoria en un modelo de roedor de la enfermedad de Alzheimer.Aunque el medicamento parece ser efectivo, los investigadores no tienen claro cómo funciona para revertir la pérdida de memoria. Por último, los especialistas señalaron que todavía se necesitan estudios clínicos más grandes en humanos antes de que podamos determinar si la terapia anticonvulsiva será parte de nuestro futuro arsenal terapéutico contra el Alzheimer.

lunes, 4 de enero de 2016

China inicia pruebas con flavonoides del algodón para tratar la enfermedad de Alzheimer


 

El Instituto Tecnológico de Física y Química de Xinjiang, en China, anunció recientemente que iniciará ensayos clínicos con un fármaco de flavonoides del algodón para tratar la enfermedad de Alzheimer.
Científicos del Instituto Tecnológico de Física y Química de Xinjiang, dependiente de la Academia China de Ciencias, comenzarán a probar en seres humanos un nuevo fármaco para la enfermedad de Alzheimer, según informa el periódico The Economic Times. El compuesto tiene como principio activo sustancias llamadas flavonoides extraídas de los pétalos de la flor del algodón. Los flavonoides, sustancias de origen vegetal presente en productos como el chocolate amargo, han sido repetidamente vinculados a mejoras en procesos como la memoria.
Antes de formarse las motas de algodón, sale una flor que una vez polinizada se vuelve de color rosa. Los investigadores identificaron 20 compuestos de flavonoides en los pétalos de esas flores de algodón que, según investigaciones que vienen desarrollando desde el año 2003, logran mejorar la memoria en ratones modificados para desarrollar alteraciones semejantes a las que ocurren en los seres humanos con demencia y también, mejoran la memoria de ratones envejecidos de manera natural.
Con los compuestos identificados, los investigadores ya han logrado crear pastillas que provocan el efecto deseado. Gracias al acuerdo con una farmacéutica local, el instituto chino comenzará los primeros ensayos clínicos con el fármaco.
La región de Xinjiang es un gran centro productor de algodón en China. Antes de descubrirse las propiedades beneficiosas para la salud, los pétalos de la flor de algodón se desechaban, en la actualidad alcanzan un precio de 2.12 euros el kilogramo.

Flavonoides y salud cerebral.

Ya adelantábamos que no es la primera vez que identifican las propiedades beneficiosas de los flavonoides para la salud cerebral. En una investigación del año 2010 en que se realizó un análisis de estudios previos que habían explorado la relación entre flavonoides y memoria, se encontró que los flavonoides mejoran el flujo sanguíneo cerebral y tienen un efecto protector de las neuronas frente a lesiones inducidas por agentes tóxicos y por neuroinflamación, un signo común de la enfermedad de Alzheimer.
Otra investigación desarrollada por científicos de la Universidad de Bath, en Reino Unido, encontró que dos tipos de flavonoides disminuían la producción de beta amiloide, la sustancia que es el componente fundamental de las placas amiloides que se acumulan en el cerebro de los enfermos de alzhéimer.
Los flavonoides podemos encontrarlos en alimentos como el chocolate amargo, arándanos, ciruelas, manzanas, naranjas, fresas, vino tinto o el té.
Otros compuestos presentes de manera natural en alimentos se están investigando para tratar la enfermedad de Alzheimer o para revertir los déficits de memoria asociados a la edad. Por ejemplo, se está estudiando el efecto del zumo de granada por ser rico en polifenoles y ya se han descrito beneficios para los enfermos de alzhéimer del uso experimental de pastillas de resveratrol, una sustancia que se encuentra de forma natural en el vino tinto.

viernes, 1 de enero de 2016

Musicoterapia: música y canciones contra el alzhéimer y el olvido


 

A Patxi del Campo le gusta explicar lo que consigue con su trabajo recordando un momento vivido hace años con una paciente extremeña: "Una mujer que no hablaba, de la que no conocíamos la voz. Me dejaron una cinta con música del norte de África y, al escucharla con ella, empezó a dar palmas y seguir el ritmo, para mi gran sorpresa. Cuando terminó la primera cara, me preguntó si le podía dar la vuelta. Yo nunca había escuchado su voz. Cuando terminó la segunda cara, me empezó a contar que esa música era de cuando los moros se llevaron preso a su marido en la Guerra Civil. Había tenido una experiencia con ese sonido, había evocado una parte de su historia y la había traído al presente narrando. Ése es el trabajo de reminiscencia".
Del Campo es director del Insti­tuto Música, Arte y Proceso, especializado en terapias musicales con pacientes diagnosticados de alzhéimer, una disciplina complementaria al tratamiento farmacológico que obtiene resultados tan llamativos como el citado en personas que sufren importantes daños cognitivos y pérdida de memoria.
"Es una herramienta que ayuda a retrasar el deterioro, nunca hablamos de curar", precisa. "Una de las cosas básicas y bonitas es que los periodos de agitación de estos pacientes disminuyen. Escu­char música les produce ­segu­ridad, identidad, porque les recuerda lo que han vivido, escu­chado, bailado y habían perdido en la memoria. Luego intentamos socializar al paciente, para que se relacione con familiares y la gente con la que vive".
Las técnicas que se emplean en las sesiones de musicoterapia van desde la escucha de fondo o individual al canto terapéutico, llegando a poder jugar con instrumentos musicales. Suelen ser intervenciones en grupo, aunque teniendo muy en cuenta las necesidades de cada paciente.
Raquel Guerrero, musicoterapeuta de la clínica psicogeriátrica Josefina Arregui, en Alsasua (Navarra), destaca la sistematización del proceso. "El musicoterapeuta profesional, y no cualquier persona con conocimientos musicales u otro profesional sociosanitario, emplea la música y los elementos musicales –sonido, armonía, melodía, ritmo– de forma estructurada, para conseguir una serie de objetivos terapeúticos, en función de las necesidades físicas, emocionales, cognitivas y sociales de cada persona".

Un proceso abierto

También explica que las sesiones se modulan en función de la respuesta que despiertan. "No es un proceso cerrado, tiene que adaptarse a cada persona, a los cambios que van surgiendo, a sus capacidades y limitaciones, y aunque las sesiones tienen que tener una estructura que proporcione seguridad y estabilidad a la persona enferma, con señales contextuales al inicio y al final de las mismas, el desarrollo de la sesión tiene que adaptarse tanto al nivel de funcionamiento de la persona como al aquí y ahora, estando abierta a la creatividad y a lo que en cada sesión ellos aportan y traen musicalmente".
El primer paso para comenzar a tratar con música a pacientes con alzhéimer es conocer su historia sonora, "todas las músicas y sonidos que le han rodeado durante toda la vida, como el timbre de voz de sus familiares, por ejemplo, o en qué ambiente sonoro se ha movido", afirma Del Campo.
Con esa información, los especialistas actúan para intentar estimular la parte del cerebro a la que se puede acceder mediante la música, "para activar recuerdos, la motricidad, para que cante, aplauda y baile con nosotros, y facilitar las relaciones sociales con quien tiene alrededor, porque no es lo mismo cantar sola que con alguien, bailar ­sola que abrazada…".
Sin embargo, Guerrero también señala que la música actúa como puerta de acceso incluso en pacientes sin relación especial con ella. "Algunas veces las familias nos dicen que a su familiar no le ha gustado la música, que nunca le han oído cantar y mucho menos le han visto bailar, y llegan a las sesiones de musicoterapia, escuchan una canción conocida de sus años de juventud e inmediatamente su expresión cambia e incluso se arrancan a cantar o a mover las diferentes partes del cuerpo, a golpetear con los dedos la mesa siguiendo el ritmo, a silbar, a tararear".

Una vez que las sesiones han comenzado, el siguiente objetivo es la reminiscencia: conseguir traer al presente recuerdos del pasado y que la persona sitúe cuándo escuchó esa canción o dónde la bailaba. Después se trabaja la motricidad, para activar el cuerpo y adecuarlo a los ritmos de la música. Final­mente, se intenta socializar, que se relacione con su entorno más próximo. En el horizonte, mejorar la calidad de vida de los pacientes.

"Los objetivos generales –considera la especialista– son mantener y/o mejorar las capacidades cognitivas, perceptivas y físico-motrices, favorecer y/o incrementar la socialización, manteniendo y/o mejorando la comunicación, evitar la aparición de trastornos conductuales o reducir la intensidad y/o la gravedad de los mismos y expresar, transformar y canalizar sentimientos y emociones".

Una poderosa herramienta

El alzhéimer es el tipo de demencia más frecuente, siendo responsable del 60-70% de los casos. Según la Organización Mundial de la Salud, esta enfermedad afecta a unos 47,5 millones de personas en todo el mundo, y cada año se registran 7,7 millones de nuevos casos. Se calcula que entre un 5% y un 8% de la población general de 60 años o más sufrirá demencia en un determinado momento.
En las fases iniciales, el deterioro repercute en tareas complejas como el manejo de dinero, la preparación de comidas, el uso del teléfono o de medios de transporte. A medida que la demencia va avanzando, la pérdida de funciones cognitivas afecta a la realización de tareas básicas.
En su trabajo Musicoterapia en demencias: revisión bibliográfica y metodología de intervención, la terapeuta Esther García Valverde, trabajadora del Centro de Referencia Estatal de Atención al Alzhéimer (CRE), en Salamanca, considera que "los beneficios del tratamiento farmacológico para personas con demencia son evidentes, pero también limitados. No hay medicamentos que puedan curar al paciente con demencia. Por ello se requiere un abordaje terapéutico multidimensional, que integre estrategias no farmacológicas con finalidad terapéutica".
Ahí entran los tratamientos musicales, una "poderosa herramienta" que "permite a las personas con demencia acceder a sus emociones, o a los momentos pasados que sucedieron alrededor de una melodía. En la intervención clínica, a menudo encontramos pacientes que poseen grandes dificultades para reproducir o comprender el lenguaje verbal. Sin embargo, son capaces de cantar canciones, incluso de aprender otras nuevas", indica García Valverde.

Los primeros estudios sobre el efecto de la música en personas con demencia se realizaron a finales de los años 80. Ejemplos significativos fueron dos análisis de casos que abordaban las capacidades que conservaban algunos músicos, a pesar de la demencia que padecían.

Uno de ellos fue el estudiado por el neurólogo W. W. Beatty en 1988, en el que describe a una mujer de 81 años que conservaba una brillante habilidad para tocar el piano y era capaz de aplicar algunos conocimientos teóricos musicales, a pesar de las limitaciones que presentaba en el lenguaje, estado anímico, funcionamiento cognitivo, praxis constructivas e ideomotoras.
El otro ejemplo es el caso de un varón de 82 años con demencia, musicólogo y pianista, que fue examinado por el neurólogo Howard A. Crystal en 1989. Observó que aún mantenía cualidades para tocar en el piano composiciones previamente aprendidas; sin embargo, no podía recordar los títulos ni sus compositores.
Posteriormente, la investigación al respecto ha sido abundante, siendo la más reciente la del Instituto Max Planck de Neurociencia y Cog­ni­ción Humana de Leipzig (Alema­nia), que ha tratado de determinar por qué la música influye tanto en estos pacientes. "Parece que se confirma que las áreas cerebrales que reciben y guardan la música sí están protegidas del deterioro que se sufre en las enfermedades neurodegenerativas", dice Fátima Pérez Robledo, musicoterapeuta de la Fundación Alzhéimer España.
La intervención terapéutica con música incluye siempre una evaluación que analice el trabajo realizado. "Hay una serie de escalas de valoración que permiten ver si es cierto que la asociación de música conocida o familiar y reminiscencia se produce, es decir, cuántas veces hay respuesta del paciente al estímulo de una música, cómo conecta con su vida ­pasada y cómo es de real esa conexión, cómo se producen conductas de más tranquilidad y menos agitación, cómo se usa más adecuadamente la motricidad y coordinación de movimientos para bailar o responder en función del ritmo. También se evalúa la socialización, cuántas veces y de qué manera interactúa con las personas que está alrededor", explica Del Campo.
Guerrero añade detalles de cómo se realizan las valoraciones: "Lo que sucede en las ­sesiones se va registrando en fichas de valoración o seguimiento musicoterapéutico, y podemos utilizar herramientas de evaluación estandarizadas como el Sempa [Sistema de Eva­luación Musico­terapeútica para Personas con ­Alzhéimer y otras demencias] del Imserso para registrar la evolución en las sesiones y los cambios que se van produciendo. Siempre que sea posible y con el consentimiento de la persona o, en caso ­necesario, de la familia, se pueden filmar las sesiones para un posterior análisis y evaluación de las mismas".

Excepcional en la pública

El CRE de Salamanca es un centro público que incluye un departamento propio de musicoterapia, un oasis en un panorama en el que ­estos tratamientos son mayoritariamente aplicados en el sector privado.
"Hay pocos en la sanidad ­pública, aunque están empezando a probar por los resultados que se obtienen. Pero cuesta bastante, ya que no se dispone de financiación y prácticamente quien empieza de voluntario como terapeuta musical en un centro público acaba de esa misma manera. Se considera que es algo demasiado experimental", opina Pérez Robledo.
Del Campo apunta como otra ventaja de estas terapias el ahorro que podría suponer su integración como complemento a los tratamientos convencionales. También su carácter grupal hace que sean más asequibles.
"Es verdad que se puede hablar de una disminución de ciertos medicamentos que tienen que ver con la agitación y el sueño. ¿Sabes la cantidad de fármacos que toman y que no tomarían si se consiguiera disminuir los periodos de agitación por otras vías? A las farmacéuticas no les interesa este tipo de tratamiento, y van a hacer todo lo posible para que tengas que demostrar su eficacia". 

El documental Alive inside: a story of music and memory, dirigido en 2014 por Michael Rosatto-Bennett, muestra la experiencia de Dan Cohen, un trabajador social estadounidense interesado en los efectos de exponer a pacientes con alzhéimer a tratamientos con música.
Durante tres años, las cámaras siguieron a Cohen en su trabajo en clínicas y asilos para mostrar experiencias tan estremecedoras como la del despertar de Henry, un paciente de 94 años muy ensimismado al que escuchar música le hace recordar su juventud y le cambia hasta la cara.
O la de Denise, una paciente con ­trastorno bipolar que abandona el andador con el que se había movido durante dos años tras escuchar música.
"La música parece ser una invención cultural que hace uso de partes del cerebro ­desarrolladas para otros propósitos", dice el conocido neurólogo y escritor británico Oliver Sacks en una de sus intervenciones en la película. 

Fuente: diagonalperiodico.net