lunes, 31 de octubre de 2016

Lo último del ‘bio-hacking’: chips neuronales para acabar con el Alzheimer


El emprendimiento tecnológico empieza a inclinarse por la ciencia. La última innovación de una satrtup son chips neurológicos para corregir daños cerebrales como el Alzheimer.
De un tiempo a esta parte se percibe desde Silicon Valley una corriente de innovaciónque apuesta por la tecnología al servicio de la salud y el bienestar del ser humano.
Se trata del 'bio-hacking' y uno de sus precursores es el emprendedor tecnológico Bryan Johnson, que está diseñando un microchip que puede instalarse en el cerebro para corregir daños neuronales provocados por enfermedades como el Alzheimer.

Es un proyecto nuevo de su startup Kernel, compañía de ' Human Intelligence' con la que pretende mejorar el potencial del cerebro para aproximarlo a la "perfección" de las máquinas.
Este nuevo proyecto permite instalar estos chips, llamados también neuroprótesis, en cerebros que presenten daños neuronales causados por accidentes cerebrovasculares, el Alzheimer o conmociones cerebrales. La idea es que también puedan aumentar la inteligencia, la memoria y otras funciones cognitiva.
Estos chips implantados intentan replicar la forma en que las células del cerebro se comunican entre sí. Un cerebro sano convierte las situaciones presentes desde la memoria a corto plazo a la memoria a largo plazo a través de señales eléctricas. Éstas disparan un código específico único para cada persona, asemejándose a un comando de software.

Alzhup, la aplicación española para combatir el Alzheimer

Se basa en los avances del ingeniero biomédico Theodore Berger, quien durante 20 años ha estado trabajando en la construcción de una neuroprótesis para ayudar a las personas con demencia senil, contusiones y lesiones cerebrales y pacientes con Alzheimer.
El 'bio-hacking', a medio camino entre la ciencia tradicional y la ciencia ficción, se sustenta en la idea de que es posible diseñar y programar el cuerpo humano como lo haríamos con un software. Son varias las startups que están encabezando este movimiento, como por ejemplo Thync, una empresa que diseña auriculares que mandan impulsos eléctricos que alteran el estado anímico cerebral, o Nootrobox, dedicada a la producción de componentse que mejoran la capacidad cognitiva combinando cafeína con ingrediente activos del té.
Un motivo que explicaría esta inclinación del emprendimiento tecnológico estadounidense hacia la ciencia es el recorte que ha sufrido la financiación público en investigación científica. Además, es una evidencia que hasta hace nada había muchos problemas biológicos y de salud que representaban un reto y que ahora, gracias a la computación y el Big Data, es posible resolver en mucho menos tiempo.

La ciencia consigue resolver el misterio del deja vú

El sueño mayor, casi inalcanzable, de esta corriente tecno-científca es lograr desafiar a la muerte y la decadencia del hombre cuando éste llega a sus últimos años de vida. Aunque más allá de quimeras, habrá que ver si los grandes fondos de capital riesgo e inversores apuestan por startupsque ofrecen soluciones para el gran público o que sólo puedan permitirse unos pocos.
Vía:  twp.com

Fuente:  ticbeat.com


viernes, 28 de octubre de 2016

Un tratamiento elimina en monos las placas que pueden causar el alzhéimer

Una inyección con anticuerpos logra alcanzar el cerebro y limpiar la proteína acumulada que podría ser la responsable de esta enfermedad degenerativa

miércoles, 26 de octubre de 2016

El alzhéimer no puede con la música


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El área cerebral que aloja los recuerdos musicales se ve menos dañada por la enfermedad



Sin saber muy bien por qué, la música es una de las pocas armas que tienen los terapeutas para hacer frente al avance del alzhéimer. A pesar de la devastación que provoca esta enfermedad en el cerebro y, en particular, en la memoria, una gran parte de los enfermos conserva sus recuerdos musicales aún en las fases más tardías. Ahora, un estudio señala las posibles causas de este fenómeno: la música la guardamos en áreas cerebrales diferentes de las del resto de los recuerdos.
El lóbulo temporal, la parte del cerebro que va desde la sien hasta la zona posterior del oído es, entre otras cosas, la discoteca de los humanos. Ahí se gestiona nuestra memoria auditiva, canciones incluidas. Estudios con lesionados cerebrales apoyan la idea de que guardamos la música en una red centrada en esa zona. Sin embargo, el lóbulo temporal también es el que sufre antes los estragos del alzhéimer. ¿Cómo se explica entonces que muchos enfermos no sepan ni su nombre ni cómo volver a casa pero reconozcan aquella canción que les emocionó décadas atrás? ¿Cómo algunos pacientes son incapaces de articular palabra y, sin embargo, llegan a tararear temas que triunfaron cuando ellos todavía podían recordar?
Para intentar responder a esas preguntas, investigadores de varios países europeos liderados por neurocientíficos del Instituto Max Planck de Neurociencia y Cognición Humana de Leipzig (Alemania) realizaron un doble experimento. Por un lado, buscaron qué zonas del cerebro se activan cuando oímos canciones. Por el otro, una vez localizadas, analizaron si, en los enfermos de alzhéimer, estas áreas cerebrales presentan algún signo de atrofia o, por el contrario, resisten mejor a la enfermedad.
Para localizar dónde guarda el cerebro la música, los investigadores hicieron escuchar a una treintena de individuos sanos 40 tripletas de canciones. Cada trío estaba formado por un tema muy conocido entresacado de las listas de éxitos desde 1977, nanas y música tradicional alemana. Las otras dos canciones eran, por estilo, tono, ritmo o estado de ánimo, similares a la primera, pero las seleccionaron de entre los fracasos musicales, que no fueran conocidas.
Tal como explican en la revista Brain, el diseño del experimento se basaba en la hipótesis de que la experiencia de oír música es, para el cerebro, diferente de la de recordarla y en ambos procesos intervienen redes cerebrales diferentes. Durante las sesiones, la actividad cerebral de los voluntarios fue registrada mediante la técnica de imagen por resonancia magnética funcional (fMRI). Comprobaron que la música se aloja en zonas del cerebro diferentes de las áreas donde se guardan los otros recuerdos.
"Al menos, los aspectos cruciales de la memoria musical son procesados en áreas cerebrales que no son las que habitualmente se asocian con la memoria episódica, la semántica o la autobiográfica", dice el neurocientífico del Max Planck y coautor del estudio, Jörn-Henrik Jacobsen. "Pero hay que ser muy cauteloso cuando afirmamos algo tan absoluto como esto", añade prudente. En concreto, las zonas que mostraron mayor activación al rememorar las canciones fueron el giro cingulado anterior, situado en la zona media del cerebro, y el área motora presuplementaria, ubicada en el lóbulo frontal.
Parte de esa prudencia puede proceder de la metodología que han seguido para realizar la segunda parte de la investigación. Lo ideal habría sido poder estudiar la ubicación de los recuerdos musicales directamente en los enfermos de Alzhéimer y no en la población sana. Pero, como señala Jacobsen, no es sencillo conseguir que un número significativo de pacientes participe en un trabajo como este. Además, está el problema de que muchos de los afectados podrían recordar la canción pero no verbalizar ese recuerdo. Por eso, realizaron un segundo experimento para ver si las zonas donde se guarda la música se ven igual o menos afectadas por la enfermedad del olvido.
Para eso, estudiaron a 20 pacientes con alzhéimer y compararon sus resultados con otra treintena de individuos sanos, ambos grupos con una media de edad de 68 años. Querían ver en qué estado se encontraban las áreas musicales frente al resto del cerebro. En el diagnóstico y seguimiento de la enfermedad se usan principalmente tres biomarcadores: El grado de deposición del péptido β-amiloide, una molécula que tiende a acumularse formando placas en las fases iniciales de la enfermedad. Otra pista es la alteración del metabolismo de la glucosa en el cerebro. Y, por último, atrofia cortical, un proceso natural a medida que se envejece pero que en el alzhéimer es más acusado.



Las mediciones mostraron que los niveles de deposición de beta-amiloide no presentaban grandes diferencias. Pero, en las áreas musicales de los enfermos, el metabolismo de la glucosa entraba en los niveles normales y la atrofia cortical era hasta 50 veces menor que en otras zonas del cerebro. Para Jacobsen, "que muestren un menor hipometabolismo y atrofia cortical en comparación con las otras zonas cerebrales significa que no se ven tan afectadas en el curso de la enfermedad". Y añade: "Pero esto solo puede ser observado, creo que nadie puede explicar por qué eso es así. Sin embargo, el giro cingulado anterior muestra una conectividad aumentada en los enfermos de alzhéimer, lo que podría significar incluso que funciona como una región que compensa la pérdida de funcionalidad de las otras".

"Los recuerdos que más perduran son los que están ligados a una vivencia emocional intensa y justo la música con lo que está más ligado es con las emociones y la emoción es una puerta al recuerdo", dice la musicoterapeuta de la Fundación Alzheimer España, Fátima Pérez-Robledo. Los resultados del estudio vienen a confirmar su práctica cotidiana. "Muchos de los enfermos igual no recuerdan el nombre de un familiar pero sí la letra de una canción", asegura.
En su trabajo diario, Pérez-Robledo tiene que hacer muchas veces de pinchadiscos. Si el enfermo está en una fase inicial, él mismo sugiere los temas que le marcaron. "Rebuscamos en su historia musical, las canciones de su niñez, de su adolescencia, para evocar recuerdos. La escuchan, la bailan o la cantan", explica la terapeuta. Cuando el paciente ya no puede decir qué musica amaba, prueban con las canciones que más se oían cuando era pequeño o, como en muchos casos, es la pareja la que elige aquella canción que sonaba cuando se conocieron.

Fuente: elpais.com


lunes, 24 de octubre de 2016

¿Una cura para el Alzheimer? Preparan la primera vacuna que detiene su progreso

Los investigadores esperan que la vacuna sea capaz de frenar la progresión de la enfermedad atacando 'enredos' en el cerebro que causan la pérdida de la memoria.

La enfermedad de Alzheimer se manifiesta cuando se forman ovillos neurofibrilares, es decir, un conglomerado anormal de una proteína llamada tau que forma nudos en el cerebro bloqueando el sistema de transporte célular y, por ende, los nutrientes esenciales, que no pueden llegar a las células, que acaban muriendo, lo que genera la pérdida de memoria asociada con la enfermedad. Sin embargo, un grupo de científicos ha desarrollado ahora una vacuna que ataca estos enredos o conglomerados, informa 'The Daily Mail'.
Se trata de la primera vacuna que ataca estos "ovillos enredados" y sus creadores esperan que sea capaz de frenar la progresión de la enfermedad. Los tratamientos actuales para la enfermedad de Alzheimer se centran en la mejora de los síntomas, si bien son pocos los capaces de detener su avance. La proteína tau ayuda a regular el equilibrio del tráfico de células nerviosas, lo que puede explicar que las alteraciones en ella vayan asociadas con patologías neurodegenerativas.
Los expertos del Instituto británico de Investigación para la Atención de las Personas Mayores (RICE por sus siglas en inglés) han comenzado a probar el tratamiento. "Se trata de un estudio muy importante que abre el camino a una vacuna completamente diferente que se espera que sea mucho más eficaz", sostiene el profesor Roy Jones del Instituto RICE. Sin embargo, Jones se muestra prudente en cuanto a los resultados."Todavía es temprano. Estamos justo en el comienzo", recuerda.

sábado, 22 de octubre de 2016

La optogenética permite recuperar la memoria a ratones con alzhéimer

El estudio concluye que los enfermos de alzhéimer sí que pueden almacenar nuevos recuerdos durante las primeras fases de la enfermedad.



Las personas con alzhéimer olvidan las caras o dónde guardaron objetos porque su cerebro no consigue encontrar dónde archivó esos recuerdos, según un estudio realizado con ratones.
El trabajo, publicado esta semana en la revista Nature, contradice la idea ampliamente aceptada de que ya en las primeras fases del alzhéimer el cerebro no es capaz de aprender. También apunta que la estimulación cerebral puede mejorar temporalmente la memoria de los pacientes en las primeras etapas de la enfermedad.
La investigación parte de una publicación anterior del autor principal del estudio Susumu Tonegawa, neurocientífico del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) laureado con el Premio Nobel de Medicina en 1987. El año pasado su equipo demostró que en ciertos tipos de amnesia los recuerdos sí que se almacenan, pero el problema reside en hallar cómo recuperarlos.
En humanos, diferenciar un recuerdo almacenado de otro recuperado es difícil, ya que la única manera que tenemos de poner a prueba la memoria es preguntando a los pacientes si recuerdan una información. En cambio, actualmente es posible manipular los recuerdos en ratones. Así que Tonegawa y sus colaboradores probaron su teoría usando dos grupos de roedores, unos sanos y otros con mutaciones genéticas que provocan las primeras fases del alzhéimer. Los ratones modificados genéticamente desarrollan placas de proteína amiloide en el cerebro y también acaban perdiendo sus recuerdos de la misma manera que sucede en los enfermos de alzhéimer.
En una primera fase del estudio, los investigadores demostraron la pérdida de memoria colocando a los ratones en una caja en la que recibían descargas eléctricas. Unos días después, los ratones normales aprendieron a temer la caja. Pero los ratones transgénicos no, porque olvidaron haber recibido las descargas.
En una segunda fase, los científicos usaron la optogenética para añadir una proteína sensible a la luz a las neuronas del hipocampo de los roedores, que son las que almacenan los recuerdos traumáticos recientes. Esta sofisticada técnica (que no se ha empleado nunca en seres humanos), se basa en la utilización de virus modificados genéticamente para que inserten genes de algas sensibles a la luz en las neuronas del cerebro. Una vez insertados, estos genes producen una proteína capaz de activar o desactivar las neuronas a través de la luz. Como una especie de interruptor que se puede encender o apagar en función de las ráfagas de luz láser que envíen los investigadores. Al hacerlo, observaron que los ratones modificados genéticamente eran capaces de asociar la habitación a la descarga eléctrica.
Cuando posteriormente, diseccionaron los cerebros de los animales, encontraron que la estimulación a través de la luz láser había creado más conexiones entre el hipocampo y la corteza entorrinal, conexiones que se pierden a medida que la enfermedad de Alzheimer progresa. Sin embargo, los investigadores creen que la técnica solo funcionaría durante unos meses en ratones, o dos o tres años en seres humanos, antes que la enfermedad avance lo suficiente como para borrar este tipo de mejoras.
Esta teoría sobre cómo el alzhéimer afecta el cerebro coincide con los síntomas que se observan en los pacientes. Por razones desconocidas, el hipocampo es particularmente vulnerable a los estragos de la enfermedad. Por esta razón un enfermo de alzhéimer primero olvida recuerdos nuevos, como dónde aparcó su coche. A medida que la enfermedad empeora, otras partes del cerebro se destruyen y eso implica que también se vea afectada la memoria a largo plazo y se olviden, por ejemplo, los nombres de miembros de la familia.
La restauración de recuerdos en humanos
«Es un estudio muy bien realizado», opina Itzhak Fried, neurocirujano de Universidad de California. Pero advierte que «los resultados no se pueden trasladar a los seres humanos porque los ratones no desarrollan las  placas amiloideas de la misma forma. Además, es imposible comprobar si la hipótesis de recuperación de la memoria es válida en humanos, ya que aún no se ha descubierto cómo estimular el cerebro humano utilizando la luz».
Christine Denny, neuróloga de la Universidad de Columbia indica: «La estimulación eléctrica podría ocupar el papel de la optogenética. Algunos estudios sugieren que la estimulación cerebral profunda del hipocampo impulsa la creación de neuronas y mejora la memoria en algunos pacientes de alzhéimer. Pero aún se desconoce cómo funciona este proceso».
Los hallazgos de Tonegawa pueden ayudar a encontrar un mecanismo de estimulación más específico, sobre todo cuando se consiga comprender lo que sucede con los recuerdos al salir del hipocampo. Varios científicos, entre ellos el equipo de Fried, ya están implantando este tipo de dispositivos de microestimulación de la corteza entorrinal en pacientes epilépticos con lesiones cerebrales, con la esperanza de que, algún día, se consigan restaurar los recuerdos.
Fried cree que el momento de poner a prueba la microestimulación en grupos reducidos de enfermos de alzhéimer debería llegar pronto. Aunque reconoce que es importante llevar a cabo más trabajos previos con modelos animales, sobre todo con primates, y que debemos encontrar formas de aliviar los síntomas de los pacientes que están sufriendo.



miércoles, 19 de octubre de 2016

Un virus con un gen añadido frena el alzhéimer en ratones


Una terapia génica mantiene la memoria de roedores modificados para sufrir la enfermedad


Un equipo de científicos ha logrado frenar el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer en ratones inyectando en su cerebro un virus portador de un gen. Esta vía de investigación está todavía en pañales, pero su líder, la bióloga española Magdalena Sastre, del Imperial College de Londres, cree que en el futuro podría servir para prevenir la enfermedad o detenerla en sus fases iniciales, si se demuestra su eficacia y seguridad. La Organización Mundial de la Salud calcula que en el mundo hay unos 47,5 millones de personas que padecen demencia. Alrededor del 65% de los casos se deben al alzhéimer.

El gen empleado por el equipo de Sastre es el PGC1-alpha. Estudios anteriores en el mismo laboratorio habían demostrado que este gen previene la formación de la proteína beta amiloide, asociada a la enfermedad cuando se acumula y forma placas en el cerebro. Los científicos inyectaron un virus con el gen en dos regiones del cerebro de ratones modificados genéticamente para tener alzhéimer.
Estas dos áreas, la corteza y el hipocampo, son las primeras que desarrollan placas amiloides en las fases iniciales de la enfermedad. El daño en el hipocampo afecta a la orientación y a la memoria a corto plazo, por lo que es el culpable de que los enfermos se pierdan al ir al supermercado de toda la vida o se olviden de dónde han dejado las llaves de casa. La corteza cerebral se ocupa de la memoria a largo plazo, el razonamiento, el pensamiento y el estado de ánimo, según destaca el Imperial College en un comunicado. Su alteración puede anular al enfermo y provocar una depresión.
El estudio, publicado hoy en la revista científica PNAS, muestra que los ratones modificados para tener alzhéimer y luego tratados con el gen produjeron muchas menos placas amiloides que sus hermanos que no recibieron el gen. "Los ratones tratados en las fases tempranas de la enfermedad tenían la misma memoria que los normales", explica Sastre. En las pruebas, los científicos colocaban diferentes piezas de Lego junto a los roedores. Los ratones normales detectaban las piezas nuevas y las olisqueaban y lamían más tiempo que a las antiguas, ya conocidas. Los animales transgénicos tratados con el gen tenían un comportamiento similar. Los ejemplares transgénicos no tratados, sin embargo, eran incapaces de reconocer qué piezas eran antiguas y cuáles eran nuevas. Se habían olvidado.
Sastre, que se fue de España en 1994, reconoce los múltiples obstáculos a los que se enfrenta la técnica para llegar a los humanos. "Ahora mismo, la única manera de suministrar el gen es mediante una inyección directamente en el cerebro, aunque los virus empleados en la terapia génica son cada vez mejores", sostiene la bióloga.
La terapia génica consiste en la introducción de genes específicos en las células de los pacientes y se está explorando como tratamiento de muchas enfermedades, como ciertos tipos de cáncer o la patología congénita de los niños burbuja. El neurocientífico Carlos Saura y su equipo de la Universidad Autónoma de Barcelona también han probado una terapia génica para alzhéimer, obteniendo hace dos años resultados prometedores en ratones, empleando otro gen. Las primeras terapias génicas, arrancadas hace más de 15 años, fracasaron porque los virus utilizados, muy potentes, activaban genes relacionados con el cáncer y mataban a algunos pacientes.
En el estudio de Sastre participa Nicholas Mazarakis, también del Imperial College de Londres. El investigador encabeza otro ensayo de una terapia génica para personas con párkinson. Su primera prueba, con 15 pacientes tratados con un virus modificado para suministrar tres genes a las células del núcleo estriado del cerebro, ha obtenido resultados prometedores, al aumentar la producción de dopamina, una sustancia que falta en los enfermos.

Fuente: elpais.com

lunes, 17 de octubre de 2016

En BCS, Mexico. crean app para escribir mensajes por medio del cerebro


Un grupo de estudiantes  de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS),   dirigido por el profesor Miguel Ángel Espíritu, trabaja en un sistema de comunicación para personas con discapacidad motriz y sensorial, que ayudaría a usuarios con esclerosis.
La institución de educación superior expuso que el proyecto se llama "Neurosoft" y es una aplicación móvil que utiliza las frecuencias alfa del cerebro para escribir mensajes de texto.

"Estas frecuencias, también conocidas como ondas Berger se activan cuando entramos en un estado de concentración alto. Por ejemplo, al resolver ejercicios matemáticos o idear ciertos conceptos". 
El prototipo funciona cuando detecta que el usuario entra en un estado de concentración y las frecuencias alfa que se producen en el cerebro son percibidas por una diadema hecha de polímero que envía la señal hasta el dispositivo móvil, indicó.
"Neurosoft" despliega una serie de letras a través de la pantalla del teléfono inteligente, las cuales podrán ser seleccionadas por el usuario cuando deje de concentrarse. El sistema interpreta la falta de concentración como un "ok" y si el estado de atención se prolonga, continuará con el despliegue de opciones.

Dato...

  • El prototipo funciona en un 60% y se encuentra en una fase de perfeccionamiento.

Fuente: unotv.com/




viernes, 14 de octubre de 2016

Esta Planta Ayuda A Evitar Derrames Cerebrales, Diabetes, Hipertensión, Alzheimer, etc


Son Grandiosos Los  Beneficios Del Extracto De Esta Hoja, Es Eficaz Contras Muchas Enfermedades, Pero Es Especialmente Eficaz En El Alzheimer Y La Diabetes.
Las Aceitunas U Olivos

Provienen De Los Países Mediterráneos De Donde Se Cultivan, Pero También Las Podemos Encontrar En Países Del Sur Como Chile Y Perú. Se Conoce Que Sus Usos Medicinales Fueron Utilizados Por Primera Vez En El Antiguo Egipto.

La Hojas Del Olivo proporcionan Protección A Tu Sistema Cardiovascular E Inmune, Estas Maravillosas Hojas Ayudan A La Promoción De La Presión Arterial Saludable, Previenen El Alzheimer Y La Diabetes. Esta Simple Hoja Puede Evitar Un Derrame Cerebral.
 Malaria
• Dengue
• Fatiga
• Tuberculosis
• Diarrea Severa
• Infecciones Del Oído
• VIH / ARC / SIDA.

Estas Hojas Son 


Algo Maravilloso Para La Salud, Así Que Añade Aceite De Oliva A Tu Dieta Diaria, O Extracto De Hojas De Olivo Y Tu Vida De Ahí En Adelante Cambiara.
CÓMO PREPARAR EXTRACTO DE HOJAS DE OLIVO EN CASA
Utiliza De 100-150 Hojas De Hojas De Olivo Por Cada Litro De Agua. Si Utilizas Las Hojas Secas, Reduce La Cantidad A Un Tercio. Limpia Cuidadosamente Las Hojas, Dejándolas En Agua Con Bicarnonato Durante Unos Minutos, Luego Lava Y Enjuaga A Fondo.

Pon Las Hojas En Agua Y Lleve A Ebullición. Cuando El Agua Hierva, Baja El Fuego Y Cocina A Fuego Lento Durante 15 Minutos.

Después De Cocinar, Cuela El Líquido Y Guárdalo En Botellas De Vidrio. Conservalo En El Refrigerador.

La Forma De Usarlo Es Tomar Una Cucharadita Tres Veces Al Día, Con Las Comidas. Si Encuentras Que El Sabor Del Extracto Es Demasiado Fuerte, Diluyelo Con Un Poco De Agua.

USOS MEDICINALES
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Utiliza De 100-150 Hojas De Hojas De Olivo Por Cada Litro De Agua. Si Utilizas Las Hojas Secas, Reduce La Cantidad A Un Tercio. Limpia Cuidadosamente Las Hojas, Dejándolas En Agua Con Bicarnonato Durante Unos Minutos, Luego Lava Y Enjuaga A Fondo.

Pon Las Hojas En Agua Y Lleve A Ebullición. Cuando El Agua Hierva, Baja El Fuego Y Cocina A Fuego Lento Durante 15 Minutos.

Después De Cocinar, Cuela El Líquido Y Guárdalo En Botellas De Vidrio. Conservalo En El Refrigerador.

La Forma De Usarlo Es Tomar Una Cucharadita Tres Veces Al Día, Con Las Comidas. Si Encuentras Que El Sabor Del Extracto Es Demasiado Fuerte, Diluyelo Con Un Poco De Agua.

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Entre Los Males O Enfermedades Para Los Cuales Se Ha Empleado El Uso De La Hoja De Olivo En La Medicina De Encuentran Los Siguientes:

• Infecciones Por Cándida
• Meningitis
• Encefalitis
• Influencia
• Virus Del Herpes Humano 6 Y 7
• Hepatitis B
• Virus De Epstein – Barr (EBV)
Malaria
• Dengue
• Fatiga
• Tuberculosis
• Diarrea Severa
• Infecciones Del Oído
• VIH / ARC / SIDA.
Estas Hojas Son Algo Maravilloso Para La Salud, Así Que Añade Aceite De Oliva A Tu Dieta Diaria, O Extracto De Hojas De Olivo Y Tu Vida De Ahí En Adelante Cambiara.