Debido a que estas células espaciales son de las primeras en ser afectadas por el Alzheimer y otras formas de demencia -lo que explica por qué los enfermos a veces se confunden-, entender cómo se van degradando debería proporcionar datos importantes sobre el proceso de la enfermedad.
Así opina el investigador británico-estadounidense John O’Keefe, ganador del Nobel del 2014 junto a los noruegos May-Britt y Edvard Moser, quien planea llevar su investigación al próximo nivel como director de un nuevo instituto neurológico en Londres.

“Ahora podemos llevar a cabo más estudios con tecnología de alta resolución en los que esperamos seguir el progreso de la enfermedad en el tiempo”, dijo el neurocientífico a periodistas tras enterarse de que iba a compartir el premio de 8 millones de coronas suecas (1,1 millones de dólares).
“Esto nos dará la primera oportunidad sobre cuándo y dónde comienza la enfermedad y cómo podemos atacarle a nivel molecular y celular”, agregó.
La batalla contra el Alzheimer ha sido larga y frustrante. Se espera que los casos globales de demencia se tripliquen para el 2050 y, sin embargo, los científicos aún intentan comprender su biología básica y el desarrollo de medicamentos ha estado plagado de fracasos, reseñó Reuters.
El trabajo de O’Keefe y los Moser no derivará en hitos inmediatos pero al explicar cómo funcionan las células -y luego cómo dejan de funcionar- en dos regiones específicas del cerebro es visto como vital para visualizar cómo se desarrolla el Alzheimer.
La demencia, de la cual el Alzheimer es la forma más común, ya afecta a 44 millones de personas en todo el mundo y ese número alcanzaría 135 millones para el 2050, según Alzheimer’s Disease International, un grupo sin fines de lucro.
Fuente: El Universal
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