- Déficits en la vista y la audición, que en ocasiones tendrán que detectar los propios cuidadores ya que la persona enferma no lo transmitirá y si no son muy severos pueden ser infravalorados. Por otro lado, pueden provocar además sentimientos de confusión y abandono. Si es posible deben ser corregidos con gafas, lupas o audífonos. En el caso de la sordera, algunos enfermos pueden todavía leer y comprender palabras sencillas o dibujos y fotos que puedan ayudar en determinadas situaciones.
- Dentadura postiza inadecuada, falta de dentición, mal estado o heridas en la boca que agravan la ininteligibilidad del discurso o hacen que la persona esté molesta o dolorida favoreciendo la disminución de la expresión verbal y la intención comunicativa.
- Limitaciones en la movilidad y/o enlentecimiento que reducen los gestos o movimientos limitando la interacción. También pueden aparecer movimientos anómalos no funcionales, sin sentido o fin práctico.
- Estado afectivo. Si presentan inquietud, ansiedad, angustia o se encuentran tristes o apáticos. Todo ello puede influir en su capacidad de comunicación, agravando los déficits. Por ejemplo, una depresión puede favorecer estados de mutismo en los que la persona no presenta lenguaje expresivo espontáneo ni responde a las intervenciones, pudiendo mantenerse además aislado, con los ojos cerrados, oposicionista a cualquier interacción, debiendo plantearse como alternativa diagnóstica.
- Influencia de déficits en otras capacidades cognitivas. La afectación en otras áreas como la atención, la memoria y la capacidad de razonamiento y juicio, severamente alteradas ya en la fase grave, también influyen en la comunicación. Estar desorientado, confuso, no reconocer el entorno ni la persona que les habla, y no entender la situación ni su propio estado, es la base de la que parten estas personas enfermas.
¿Y cómo debemos actuar? Pautas y consejos
A veces pensamos que entienden lo que quieren o más de lo que parece, en cambio en otras ocasiones minusvaloramos la capacidad que mantienen de comprender y percibir el entorno y nuestras intervenciones. De hecho, es muy complicado establecer el nivel exacto. En ocasiones también parecen tener momentos de “lucidez”. Por otro lado, es normal que tendamos a interpretar cualquier respuesta, señal o reacción que tengan, porque es lo único a lo podemos aferrarnos, y lo interpretaremos según nuestra propia percepción, experiencia, expectativa y estado en el que nos encontremos, no siendo del todo objetivos. De todas formas, esto también sucede con todas las personas con las que nos comunicamos, estén enfermos o no, y debemos asumirlo.A tener en cuenta:
- Asegurarse de que la persona enferma ve y oye.
- Hablar en sitios donde no haya demasiadas distracciones ni ruido de fondo.
- Cuidar que el lugar esté luminoso para que puedan ver nuestra cara, gestos y movimientos, así como el entorno u objetos que puedan ayudar a clarificar el mensaje.
- Aparecer ante la persona por delante y acercarnos de forma suave, tranquila, despacio.
- Asegurarse la atención de la persona primero antes de hablarle.
También ayudará llamarle por su nombre.
- Ponernos a su altura, cara a cara, mirando a los ojos.
- Cuidar la distancia interpersonal.
- Saludar, presentarnos o identificarnos.
- En cuanto a presentarnos, es mejor no emplear un “a ver si sabes quién soy” o “no te acuerdas de quién soy”, ya que los déficit de memoria son severos, no serán capaces de contestar y se puede generar frustración y confusión. Proporcionarles directamente nuestra identificación. Por otro lado, si no resulta importante por algún motivo en la situación concreta, tampoco será necesario insistir si no nos reconocen a pesar de todo o nos confunden con alguien. A veces sólo les quedará una sensación de familiaridad o cercanía, que ya será suficiente para sentirse cómodos. Si no es así, cuidaremos las actitudes de familiaridad que pueden ser mal recibidas.
- Dejarle tiempo para pensar, no apremiar.
- Mantener autoestima y dignidad de la persona.
- Ser flexibles y pacientes.
- Recordar que el objetivo principal de la comunicación en las fases avanzadas será dar confianza, seguridad y apoyo.
- Fuente: eltallerdemismemorias.com
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