Etapa
intermedia: Los síntomas
son de gravedad moderada, en este etapa el enfermo depende de un cuidador para
realizar las tareas cotidianas. Las alteraciones cognitivas son muy obvias y ya
no existen dudas sobre su diagnóstico. El paciente es incapaz de trabajar, se
pierde y se muestra confuso con facilidad.
El
lenguaje suele alterarse, sobre todo la capacidad de comprender lo que les
decimos y la de dar nombre a los objetos.
Es
incapaz de realizar actos motores secuenciales como vestirse, comer o copiar
figuras geométricas. Hay dificultad para hacer cálculos sencillos o determinar
la hora. Son frecuentes también las alucinaciones y los delirios.
En la
fase intermedia, se debe usar un lenguaje más simple y concreto, con palabras
sencillas, de uso coloquial, y frases cortas.
Elegir temas del interés del paciente en los que pueda participar.
Mantener el contacto visual y darle el tiempo que necesite para pensar las respuestas. Los gestos y las expresiones corporales pueden ayudar.
Evitar enojarse o desesperarse con el paciente.En esta fase es importante también organizar las activiadades cotidianas para facilitar la vida del paciente.
Elegir temas del interés del paciente en los que pueda participar.
Mantener el contacto visual y darle el tiempo que necesite para pensar las respuestas. Los gestos y las expresiones corporales pueden ayudar.
Evitar enojarse o desesperarse con el paciente.En esta fase es importante también organizar las activiadades cotidianas para facilitar la vida del paciente.
Etapa
terminal: Se refiere a un
estado avanzado y terminal de la enfermedad, el enfermo es completamente
dependiente para todas las taréas básicas de la vida (es necesario que le den
de comer, lo aseen, que lo muevan).
En esta
etapa pierden el contacto con el medio exterior y no pueden comunicarse ni
responder a los estímulos externos. A veces tienen comportamientos desinhibidos
o agresivos o pasivos.
Muchos
enfermos no duermen por la noche y tienen periodos de agitación durante estas
horas, en cambio duermen todo el día.
La
rigidez muscular los conduce a lentitud y torpeza de movimientos. Al final
muchos pacientes estan rígidos, mudos, no controlan los esfínteres y permanecen
acostados.
Se
aumentan los riesgos de complicaciones por infecciones, deshidratación, heridas
por la inmovilización, desnutrición etc., llevándolos a la muerte.
Es muy
importante en esta fase las muestras de afecto, las caricias, las sonrisas, el
trato cariñoso, el estímulo para que se mueva, escuche música o vea sus
programas favoritos de televisión.
Debe
cuidarse su higiene personal, proteger su piel, evitarse el estreñimiento.
Quien se haga cargo del paciente tendrá que aprender a detectar cambios de
actitud como posibles señales de enfermedades, por ejemplo si el paciente está
más agitado o más apático tal vez significa que esta enfermo.
Es
importante mantener una rutina diaria. Si el paciente está rodeado de objetos
familiares se sentirá más cómodo.
Con
frecuencia los pacientes no tienen la sensación de hambre y sed habituales. Hay
que asegurarse que beban líquidos abundantemente y que coman de forma adecuada.
En la
medida de lo posible, es importante que lel paciente se mantenga independiente
el mayor tiempo posible para fomentar el autocuidado.
Es
importante mantener las relaciones sociales. Hay que favorecer las visitas de
amigos y familia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario