miércoles, 7 de diciembre de 2016

Peces para curar el olvido

El neurobiólogo Edward Málaga Trillo quiere evitar el desarrollo del Alzheimer a partir del análisis de embriones de peces cebra. Manipula sus células y observa su comportamiento en el único laboratorio que estudia enfermedades neurodegenerativas en Latinoamérica. Volvió al Perú solo para investigar.





Hace más de veinte años, el neurobiólogo Edward Málaga Trilloestaba sobre el escenario del auditorio juvenil de la Feria del Hogar tocando "Cuando la cama me da vueltas" y "Me resfríe en Brasil"A pocos metros, Pedro Suárez Vértiz, Arturo Pomar y Patricio Suárez Vértiz -los amigos del colegio María Reyna- sacudían a los fanáticos de Arena Hash. Edward, guitarrista y estudiante de Biología, tocaba el teclado en reemplazo de Christian Meier, el integrante que andaba de viaje en Miami. Ese día, el muchacho apoyaba a los amigos famosos con quienes había aprendido a hacer música en el salón, a tocarSatisfaction en la kermesse, con quienes había formado la banda escolar Paranoia y compartido los almuerzos en casa. El científico estuvo menos de seis meses en los conciertos de Arena Hash. Tres años después dejó el Perú por la ciencia y también se llevó la música.
Edward Málaga, 47 años, de lentes opacos, media melena, mechones con canas, nunca usa bata y siempre guarda una guitarra en su laboratorio. El último de estos espacios, el que está a punto de inaugurar en la Universidad Cayetano Herediaes la excepción. El laboratorio de primer nivel de Neurobiología del Desarrollo que -según el científico- es el único en su tipo en el Perú y Latinoamérica, no tiene instrumentos musicales, pero sí una radio y parlantes listos para soltar rock. Allí investigan diez científicos con microscopios que pueden ocupar la mitad de una habitación. En ese lugar están las principales razones por las que el neurobiólogo volvió al país después de veinte años: más de dos mil peces cebra.
Málaga Trillo es el único científico en el mundo que manipula los embriones de estos peces para encontrar nuevos fármacos contra el Alzheimer, ese mal degenerativo que causa demencia, pérdida de memoria y la muerte. Desde 1999, analiza el sistema nervioso de esta especie acuática que le ha permitido descubrir lo que por décadas no revelaron animales convencionales como los ratones. Su laboratorio en la Cayetano Heredia es el primero en la región dedicado al estudio de las enfermedades que atacan al cerebro humano.
En el 2004, el diario La Nación de Argentina decía que Málaga investigaba una posible cura para el Mal de las vacas locas, que producía demencia en quienes consumían la carne infectada. En el 2009, la revista alemana PLOS Biologytambién le atribuía sorprendentes avances en la investigación de la proteína responsable de dicha enfermedad. Ese mismo año, la revista científica The New Scientist, la Radio Francia Internacional y la Agencia France Presse hablaban de este científico peruano que abría nuevas vías de tratamiento de males neurodegenerativos y cuyos aportes fueron resaltados por el premio Nobel de Medicina 1997, Stanley Prusiner, en una de sus publicaciones sobre la proteína llamada prión, que causa el Mal de las vacas locas.
En estas investigaciones, el principal objeto de estudio son los peces cebra, animales con características neurobiológicas similares a las de los humanos, que en el Perú solo son usados como ornamento.

La música y Frankenstein

Su padre cirujano lo llevaba al quirófano para que observe las operaciones. Su madre ginecobstetra le enseñaba cómo eran las malformaciones que afectaban a los fetos. Cuando era niño, el personaje favorito de Edward era un monstruo: Frankenstein. "Quería saber cómo hacían para que el cuerpo funcione, cómo colocaban los brazos, las piernas", dice.
El chico de padres médicos cogió una guitarra y junto a su amigo Pedro Suárez Vértiz creó Paranoia, la banda que tocaba en las actuaciones por el Día de la Madre. Terminaron la secundaria, pasaron cerca de cinco años, y Edward y Pedro viajaron a Estados Unidos. Lo hicieron por separado: uno siguió su carrera musical; el otro estudió un doctorado en Inmunogenética en la Universidad de Miami.
Después vino el Instituto Max Planck para Biología, en Alemania, adonde llegó invitado por el mismo director Jan Klein; y la Universidad de Constanza, donde hizo un postdoctorado, y trabajó como docente asistente y asociado. Fueron más de veinte años de estudios, música, bandas, tocadas en inglés y en alemán. Ahora, está otra vez en el Perú.
Y volvió con estos peces.

El gran inicio

La historia de esta investigación comenzó con el Mal de las vacas locas, una enfermedad
generada por una proteína llamada prión. Cuando se deforma, funciona mal, mata a las células del cerebro, y daña de manera irreversible al sistema nervioso. Los científicos intentaron descubrir para qué servía dicha proteína en organismos saludables. Experimentaron con ratones pero no encontraron respuestas.
Málaga decidió hacer un análisis similar, pero con los peces cebra. Así, hace trece años, descubrió que poseían dicha proteína y que podían usarlos como modelos para comprender estas enfermedades. Antes, solo habían sido utilizados en investigaciones ajenas a la neurodegeneración.
Una de las principales características de los embriones de peces cebra es la transparencia, que permite visualizar el desarrollo de sus células, órganos y tejidos en tiempo real. También son vertebrados como los humanos y se reproducen externamente, con lo que basta un microscopio para realizar observaciones bajo el agua. Los ratones, en cambio, se desarrollan dentro del útero y en camadas pequeñas. "En las investigaciones no se sacrifican los peces adultos, sino los embriones. Estos no sufren. No hay faltas éticas".
En el 2009, Málaga descubrió que cuando la proteína prión dejaba de funcionar, las células embrionarias perdían la capacidad de comunicarse entre sí. Luego halló su vínculo con el proceso de saturación que termina matando a las neuronas en el mal de Alzheimer. "Ahora, trabajamos en el mecanismo que observamos en los peces para comprender los procesos tempranos de la degeneración neuronal y modificarlos, a fin de evitar que se produzca la enfermedad. También para curarla", dice.

Olvídate del Alzheimer

Lo que la mayoría conoce del Alzheimer es solo el final de la enfermedad. Edward Málaga busca el inicio, cuando no hay demencia, treinta años antes de que aparezca algún síntoma. Para eso tiene su proyecto bajo el lema "Olvídate del Alzheimer", cuyo objetivo es diseñar y probar fármacos, así como conocer el potencial de productos naturales en los embriones de los peces cebra.
Sesenta acuarios automatizados. Más de dos mil peces cebra adultos. Hasta 800 embriones al día. El estudio de estos últimos permite descubrir cómo viven y mueren las neuronas.
Edward dice que el laboratorio de la Cayetano Herdia tiene equipos únicos en Latinoamérica: un aparato que permite micromanipular embriones y un lector que monitorea el comportamiento de los peces cuando reciben un fármaco o un producto natural. También cuenta con un microscopio confocal, "el Ferrari del laboratorio", cuya función es la reconstrucción tridimensional del sistema nervioso de los peces cebra.
Esta investigación está financiada por la Universidad Cayetano Heredia, Innóvate Perú de Produce, y la Cooperación Alemana. Aclara que no tiene apoyo de Concytec.
El físico nuclear Modesto Montoya dice que Edward hace lo que la mayoría de investigadores evita: quedarse cuando las cosas andan mal. "Cuando los científicos hallan una oportunidad de permanecer en el extranjero, lo hacen y no regresan", asegura. El doctor Málaga ha vuelto cuando muchos se quieren ir. No llegó solo, sino con dos de estudiantes alemanes que lo siguieron hasta Perú solo para formar parte de este proyecto. Dicen que esta investigación nunca la vieron en otro lugar.
Fuente:  larepublica.pe



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