miércoles, 20 de enero de 2016

La lectura retrasa el Alzheimer


 

De acuerdo con especialistas, las personas que gustan de estudiar desde la infancia tienen menor posibilidad de desarrollar esta enfermedad
Entre mayor sea el gusto por la lectura y el estudio, las personas tendrán menor probabilidad de desarrollar la enfermedad del Alzheimer cuando sean adultos, aseguró el neurólogo clínico Hugo Navarrete Báez.

En entrevista, dijo que la lectura previene el padecimiento, por lo que recomendó que, si no les gusta estudiar, por lo menos lean una hora diaria, ya que puede ayudar a producir más arborizaciones y conexiones neuronales.

En el marco del Día mundial del Alzheimer, hoy 21 de septiembre, indicó que, de alguna forma, la lectura retarda la aparición de la enfermedad del Alzheimer si llegara a presentarse, o la previene a largo plazo, cuando una persona ya está marcada genéticamente no se puede hacer nada.

El especialista comentó que las medidas como la dieta, el ejercicio, la terapia cognitiva, la lectura y el estudio pueden retrasar la aparición del Alzheimer o, si se presenta, hacer que se vaya más lento el padecimiento.

Mencionó que, “por ejemplo, los desprotegidos o pobres de la calle son los que están más expuestos a presentar Alzheimer, por tener poca o nula educación. Cuando una persona se encuentra constantemente leyendo o estudiando se van creando más conexiones”.

Además, el neurólogo Navarrete Báez expresó que el Alzheimer es una enfermedad degenerativa progresiva, la cual se presenta de forma muy frecuente en personas de los 65 años de edad, aunque se puede presentar en jóvenes.

Estadísticamente, de los 80 años en adelante, una de cada tres personas presenta esta enfermedad. La edad más joven en que se puede presentar es alrededor de los 40 a 65 años.

Actualmente, expuso, la pirámide poblacional, la base, la parte más amplia es de menores de 10 años. Para 2050, va estar igual, menores de 10 años y gente alrededor de los 80 años, por lo que es importante delinear esta enfermedad.

Las medidas de prevención que pueden disminuir la velocidad de progresión del padecimiento, en un momento dado, no evitarlo pero por lo menor retardar su aparición.

“Se puede retardar la aparición por medio de marcadores genéticos y otros tipos de marcadores que se estudian en el líquido cefalorraquídeo. Es el líquido que corre a través del cerebro hacia la medula espinal”, comentó.

Existen pruebas genéticas que pueden determinar cuando una persona tiene Alzheimer desde que nace, en personas que son negativas para las pruebas genéticas se recomienda hacer ejercicio y evitar todos las adicciones, sobretodo el tabaquismo, alcoholismo, drogas.

En México todavía no está disponible la prueba que detecta el Alzheimer cuando nace un bebé, pero hay laboratorios en Europa y Estados Unidos donde se puede mandar hacer el examen. En esos países ya se realizan las pruebas, pero no de manera rutinaria.

El promedio aproximado de duración con Alzheimer es entre 10 y 12 años, se recomiendan medicamentos que no curan, pero si tienen nivel de eficacia comprobada moderada. Hay cuatro que son: Rivastimina, Galantamina, Donepezilo y la Memantina.

Estos medicamentos ayudan a recuperar parte de la memoria. Son neuroprotección, protegen las neuronas y pueden retrasar la velocidad de progresión del padecimiento. “No lo curan, protegen y retrasan la pérdida de función cognitiva, memoria y lenguaje”.

En la mayoría de la veces, dijo, la persona no se da cuenta que tiene la enfermedad del Alzheime. Los familiares son los que empiezan a notar, se dan cuenta por la falla en la memoria en forma constante y que preguntan lo mismo de forma repetitiva.

Para darse cuenta si es la enfermedad del Alzheimer o un síntoma de la edad, se tiene que acudir al médico para que le realicen pruebas neuropsicológicas. Éstas son pruebas especiales que incluye la memoria de forma primordial.

El diagnóstico para determinar el Alzheimer es a base de fallas de memoria constantes que va a perturbar al paciente en sus actividades, no puede realizar bien su trabajo o actividad de casa.

Aunado a eso, tienen que hacerse pruebas neuropsicológicas y estudios de sangre, al igual que pruebas de imagen y radiografías especiales como son tomografías o resonancias magnéticas cerebrales.

“A la larga, si no se trata medicamente y adecuadamente, también la depresión severa o prolongada es un factor de riesgo donde se puede presentar Alzheimer”.

Una persona de 30 o 40 años podría tener Alzheimer si es por marcador genético. “Si no, la probabilidad es muy baja, a un 2% a esa edad. Generalmente cuando hay problemas de memoria es por la tensión”, concluyó el especialista.

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