viernes, 25 de diciembre de 2015

Lagunas de memoria y falsos recuerdos: la confabulación en alzhéimer


 

Lagunas de memoria y falsos recuerdos

Cuando el enfermo alcanza la etapa moderada de deterioro en la enfermedad de Alzheimer, los déficits de memoria y los síntomas psicológicos y conductuales son cada vez más pronunciados. Algunos enfermos tratan de llenar el vacío o laguna memorística con un recuerdo falso, cuando son preguntados sobre eventos pasados o las actividades que llevaron a cabo ayer. El enfermo no tiene intención de engañar, elabora una cadena de acontecimientos infundada, irreal, con matices autobiográficos para sortear la ansiedad generada ante un determinado olvido a esto se denomina Confabulación. Habitualmente, este recuerdo falso (o pseudorecuerdo, como lo denominó Korsakoff en 1955), está basado en hechos específicos en la vida del sujeto y en ocasiones su veracidad es desubicada en el contraste de hechos con la realidad.

Habitualmente el anciano confabulador hace dudar al cuidador o a la persona a la que dirige su discurso por la coherencia y la realidad del mismo.
Su falso recuerdo se encuentra confeccionado en base a rutinas cotidianas y antiguos quehaceres.

Communication-Skills-For-CouplesLa confabulación designa a amplios errores de memoria, pueden ser creíbles y coherentes (capaces de engañar al oyente) o por el contrario de contenido fantástico, imposible y descabellado (su veracidad se contradice desde el primer momento).

La clasificación más extendida diferencia dos tipos de confabulaciones, las provocadas y las espontáneas. Las confabulaciones provocadas son una respuesta normal a una memoria defectuosa, cuando se le pregunta al enfermo ¿Qué hizo ayer?, su respuesta es un falso recuerdo útil para rellenar esa laguna memorística. Suelen ser momentáneas. Por el contrario la confabulación espontánea, se caracteriza por ser de temática fantástica y grandiosa y tienen lugar sin elicitación (es decir, sin estimulación, sin requerimiento). Normalmente cuando se le preguntan que hicieron el día anterior, los pacientes confabuladores describen un hábito de su vida cotidiana en lugar de recordar los acontecimientos reales. Éstos, recuperan hábitos personales, eventos repetidos e información sobreaprendida y los confunden con la realidad, experimentando eventos únicos y específicos.

¿Cómo debemos reaccionar antes estos episodios?

– Cuestionar y rebatir estos comentarios de engaño para corregir su recuerdo puede confundir a la persona.
– Si las confabulaciones son inofensivas, hacer caso omiso y aceptarlas como si fueran hechos.
– Aceptar y comprender que no nos están mintiendo, su cerebro fabrica ese recuerdo para “completar” su historia.
– En caso de confabulaciones problemáticas (celotipias, acusaciones de tipo sexual), evitar requerimientos e intentar que la persona deje de hablar de ello.
– Saber que constituyen un síntoma más de la enfermedad. Mostrarse agradable y cambiar de tema, mantener la calma y el entendimiento.

Desde la comunicación que presentamos en el VIII Congreso Iberoamericano de Alzheimer en Brasil (Ver Confabulaciones y demencia: A propósito de dos Casos únicos. Neurama N2 Vol 2, Diciembre de 2015, de Ángel Moreno Toledo y Almudena del Avellanal Calzadilla). Consideramos que el anciano confabulador representa lo narrado en términos conductuales. El contenido de la verbalización arbitra la ejecución de la conducta en el confabulador. El enfermo representa y lleva a cabo su falso recuerdo como si estuviera allí, esta representación habitualmente está ligada a antiguos quehaceres o viejos desempeños laborales.

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