Un nuevo medicamento contra la epilepsia podría convertirse en un prometedor tratamiento para la enfermedad de Alzheimer. Los resultados, publicados «Alzheimer’s Research & Therapy», refuerzan la teoría de que la hiperexcitabilidad cerebral
juega un papel importante en la enfermedad de Alzheimer, y que los
medicamentos anticonvulsivos – medicamentos que previenen o reducen la
severidad de las crisis – representan un tratamiento prometedor.
En estudios anteriores, otros grupos han probado los efectos dellevetiracetam, fármaco anticonvulsivo utilizado en modelos
de roedores, así como en ensayos clínicos en pacientes con signos
tempranos de la enfermedad de Alzheimer. Los hallazgos sugieren que
puede retrasar algunos de los síntomas de la enfermedad, incluyendo la
pérdida de memoria.
En esta nueva investigación, Nygaard Haakon, de la Universidad de Columbia Británica (Canadá), probó los efectos de brivaracetam, un medicamento anticonvulsivo todavía en desarrollo clínico
para la epilepsia y estrechamente relacionado con levetiracetam. Puesto
que es 10 veces más potente que levetiracetam puede ser utilizado a
dosis más bajas. Nygaard y sus colegas encontraron que revierte por completo la pérdida de memoria en un modelo de roedor de la enfermedad de Alzheimer.
Pérdida de memoria
Aunque el medicamento parece ser efectivo, los investigadores no tienen claro cómo funciona para revertir la pérdida de memoria. Nygaard también cree que el estudio presenta datos muy preliminares para el tratamiento futuro de los pacientes con la enfermedad de Alzheimer.
«Ahora tenemos muchos grupos de investigación diferentes
que emplean fármacos antiepilépticos dirigidos a un mismo objetivo, y
todos apuntan a un efecto terapéutico en los dos modelos de enfermedad de Alzheimer, pero también en los pacientes con la enfermedad», explica Nygaard, investigador del Centro Mowafaghian Djavad.
«Ambos medicamentos son susceptibles de ser probadas en ensayos
clínicos más grandes con pacientes con enfermedad de Alzheimer en los
próximos cinco a 10 años». Y, añade,
todavía se necesitan estudios clínicos más grandes en humanos antes de
que podamos determinar si la terapia anticonvulsiva será parte de
nuestro futuro arsenal terapéutico contra el Alzheimer.
Fuente: DC|ABC.es
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